En el marco del Día Internacional de la Mujer, el gremio veterinario ha destacado el empoderamiento como mecanismo para el impulso de los derechos humanos, las libertades y la prevención de la violencia, pues si bien la sociedad ha ido cambiando con el tiempo y actualmente hay muchas mujeres ejerciendo en este ámbito, la historia no siempre fue así.
"En la sociedad dominaba un constructo social de errores que iniciaba desde la institución familiar, aquellas leyes no escritas que aún pesan mucho en la actualidad", señaló la Dr. Laura Olivia Arvizu Tovar, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y nueva presidenta de la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México A.C. (FedMVZ), en una plática sobre el papel de la mujer en la Medicina Veterinaria y Zootecnia en México, impartida ante el gremio del Colegio de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeñas Especies de Hidalgo (CMVZH).
Arvizu Tovar explicó que "las mujeres son discriminadas principalmente por su apariencia física, creencias religiosas y sexo". De viva voz compartió el caso reciente de una colega, "quien fue rechazada no por sus habilidades, sino por su apariencia física en un puesto de iniciativa privada, ya que muchas veces se tiene el mito de que estos sucesos quedaron en el pasado y sin embargo siguen vigentes".
En este contexto, compartió que los estados con mayor discriminación en el país son Puebla, Ciudad de México, Jalisco, Morelos, Campeche y Colima; en ese orden y los lugares donde mayormente se agreden a las mujeres es en el transporte público, familia, servicios médicos, trabajo y escuela.
Otra experiencia que Arvizu Tovar pudo conocer personalmente fue el caso de una violación en la Facultad que no pudo proceder, debido a que “excedía el plazo de tiempo para realizar la denuncia en la legislación universitaria (que consiste de dos semestres), ya que habían pasado cinco años desde el incidente, además de objetar que el perpetrador 'era buen maestro”. Por ello, la médica veterinaria zootecnista aboga por la cultura de la denuncia, ya que "esta puede darle a la víctima una herramienta que la puede acercar a la justicia; no hay ley que pueda darle una justicia equivalente a actos que ni siquiera debieron haber ocurrido".
Otro aspecto que resaltó es la ocupación de cargos veterinarios por las mujeres, "donde siempre hay orgullo al decir 'fui la primera en llegar' implicando que siempre cuesta el doble de trabajo para nosotras y se está bajo una constante vigilancia ante la mínima equivocación, aunando el hecho de no ser un evento tan común como el de los hombres".
PRIMERAS MUJERES EN LA VETERINARIA MEXICANA
Tuvieron que pasar 86 años para que después de varios cambios institucionales, pudiesen entrar las primeras mujeres estudiantes de la carrera a la Escuela Nacional Veterinaria (que en la actualidad es la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM), quienes egresaron en los años 40s, aunado a que desde 1853, la única mujer que ha ocupado el cargo de dirección ha sido la Dr. María Elena Trujillo para el periodo 2011-2014 sin una reelección.
Por este tipo de cuestiones, trajo a la conversación los nombres de las primeras médicas veterinarias y zootecnistas que han abierto el camino (Aurora Velázquez Echegaray, Aline Schunemann Hoffner, Irene Joyce Blank Hamer, Graciela Gallegos Gómez y María Inés Izaguirre Moreno, que inclusive llegaron a ser profesoras de la misma ponente) "para que en la actualidad, el porcentaje de estudiantes femeninas pasara (según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía) de ser 87 % de hombres y un 13 % de mujeres en los años 90s, a un 63 % de hombres entre los 45 – 54 años de edad y un 37 % de mujeres de entre 25 – 35 años de edad de los 51.000 individuos que se dedican al área veterinaria en México". Sin embargo, "aún hay trabajo por hacer, ya que también según estas cifras los hombres tienden a ganar más que las mujeres por el mismo trabajo".
"La sociedad ha ido cambiando y lo continuará haciendo a través de los años pero todos en conjunto debemos contribuir desde el conocimiento, los valores y la prevención para que los cambios ocurran positivamente", comentó Arvizu Tovar resaltando también el papel de “las madres académicas', esas primeras mujeres veterinarias que llegaron a la docencia abriendo el camino a más mujeres a pesar del difícil contexto social en el que se encontraban, ya que la carrera implica en el perfil profesional no solo ser multidisciplinario, contar con valores, innovar y resolver conflictos, sino también la disposición de estar al servicio de la sociedad, aún cuando el primer acercamiento sea con animales".
Finalmente, Laura Olivia Arvizu Tovar subrayó que los médicos veterinarios zootecnistas "estamos estrechamente relacionados con la salud alimentaria, derecho humano y constitucional, así como el concepto de 'Una salud' que implica a los humanos, animales no humanos y el ecosistema en general en un equilibrio biológico y sustentable".