Según los últimos datos registrados por el Ministerio de Salud de la República Argentina, siete personas han fallecido a causa de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO) en el país. Tres de estos casos han ocurrido en Buenos Aires, uno en Córdoba, otro en Entre Ríos y dos en Santa Fé.
“Seis de estos siete casos consignan haber vivido, trabajado o visitado una zona rural o semi rural y seis de siete consignan antecedente de enfermedad previa o condición de riesgo (diabetes, enfermedad oncológica, hipertensión arterial, entre otras)”, señalan.
Además, los casos fallecidos se dieron en personas de entre 36 y 74 años. Concretamente, cinco de ellos fueron del sexo masculino y dos del femenino.
Por otra parte, hay que destacar que desde la puesta en marcha de la vigilancia en la semana 28 del 2023 hasta la semana 5 de este año, se notificaron al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud unos 279 casos sospechosos de Encefalitis Equina del Oeste en humanos en 15 provincias; se confirmaron 56 casos; y 20 han sido clasificados como probables.
Por su parte, en Uruguay, desde el 5 de diciembre del 2023 hasta el 30 de enero del 2024, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) ha informado sobre 76 equinos muertos con diagnóstico positivo de EEO; 231 equinos muertos con sintomatología; 252 equinos en recuperación con sintomatología clínica; y 433 equinos recuperados con sintomatología clínica.
Los 76 casos confirmados por laboratorio corresponden a 16 departamentos del país: Artigas, Cerro Largo, Canelones, Durazno, Flores, Lavalleja, Montevideo, Paysandú, Rio Negro, Rivera, Rocha, Salto, San José, Soriano, Tacuarembó y Treinta y Tres. La mayor proporción de casos se registra en el departamento de San José.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó además sobre un resultado positivo para encefalitis equina (EEO) en una persona residente del departamento de San José. El paciente venía evolucionando favorablemente y hasta el momento es el único caso.
LA ENCEFALITIS EQUINA DEL OESTE EN MÉXICO
Ante la emergencia por los brotes de EEO en varios países de Sudamérica, surge el cuestionamiento de si la enfermedad podría llegar a México y si el país se encuentra preparado para enfrentar una situación de este tipo.
"Ahora, en esos países, es verano; las aves que viajan con el virus (de la encefalitis equina del Oeste) pueden retornar hacia el centro y norte una vez que empiece el otoño y el invierno, y podrían traerlo. Por más que nos esforcemos en vigilar el movimiento de los equinos y en desinfectar los aviones, no podemos controlar el de las aves, ese sería el riesgo y por ello la vigilancia que se debe tener", comenta Diódoro Batalla Campero, médico veterinario zootecnista, en declaraciones para Diario Veterinario.
Sin embargo, asegura que en México "hay una excelente coordinación para hacer vigilancia tanto en caballos como en personas si hubiera la presencia de anticuerpos en algunas personas o caballos, es decir, que fueron picados por un mosquito, que picó antes a un ave que vino de Sudamérica".
RECOMENDACIONES
En humanos, la encefalitis equina del Oeste tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días. La mayoría de los casos son asintomáticos o se presentan como cuadros leves con fiebre, cansancio, dolores musculares y malestar general que se resuelven espontáneamente en 7 a 10 días.
Como medidas de prevención, se recomienda el saneamiento ambiental para evitar la proliferación de mosquitos y la protección de las personas que trabajan o viven en las inmediaciones de lugares propicios para el desarrollo de mosquitos y donde se alojan caballos. Ante la presencia de síntomas, se recomienda la consulta médica.
También abogan por el saneamiento ambiental de los predios donde se alojan caballos y personas asociadas a dicha actividad; drenaje o rellenado de espacios de anegación temporaria que puedan servir como sitio de oviposición para las hembras de esta especie; desmalezado del peridomicilio y predios verdes para disminuir la presencia de mosquitos adultos; protección personal de quienes trabajan o viven en las inmediaciones de lugares propicios para el desarrollo de mosquitos y donde se alojan caballos; y la colocación de telas mosquiteras en puertas y ventanas de recintos de animales y viviendas.