En una sociedad en constante cambio, los animales de compañía viven cada vez más en estrecho contacto con sus dueños en sus hogares, pero también comparten espacios públicos, como parques o playas, a la vez que conviven con animales (domésticos o salvajes) y otras personas, incluidos los ancianos niños o pacientes inmunodeprimidos. Además, la población de animales de compañía sigue creciendo en importancia y número de miembros en los hogares europeos (230 millones de perros y gatos).
En este contexto, han surgido nuevos desafíos, ya que los patógenos zoonóticos, las bacterias multirresistentes y sus genes de resistencia pueden propagarse y adquirirse a través del entorno que comparten. Entre estos peligros, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y la aparición de resistencia a múltiples fármacos (MDR) son uno de los problemas más importantes que enfrenta la salud pública, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De hecho, el estudio realizado en 2019 reveló que había 1,27 millones de muertes causadas directamente por la resistencia a los antimicrobianos por año.
Con el tiempo, las tendencias en materia de resistencia a los antimicrobianos han evolucionado, condicionadas por la implementación de nuevas regulaciones centradas en controlar el uso excesivo de antibióticos en el pasado, tanto en la salud humana como en la animal. Como resultado de estos esfuerzos, entre los que se incluyen los programas de vigilancia y seguimiento y la categorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para el uso responsable de antibióticos en medicina veterinaria, el uso de antibióticos en la producción animal ha disminuido. Sin embargo, los animales de compañía no se han incluido en todas estas medidas de control.
En este marco, la Unión Europea (UE) está desarrollando la Red Europea de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos en Medicina Veterinaria (EARS-Vet), que tiene como objetivo el seguimiento de la RAM en los principales patógenos que afectan a los animales de compañía (perros y gatos), así como a los animales productores de alimentos. Todo ello complementa la Red Europea de Vigilancia de RAM (EARS-Net), existente en medicina humana, con el fin de lograr una visión global de este problema bajo la estrategia “Una Salud”. Sin embargo, faltan estudios que evalúen la situación epidemiológica de la RAM en animales de compañía.
271 MUESTRAS DE ANIMALES SANOS Y ENFERMOS
Para estudiar la epidemiología de la RAM, Escherichia coli ha sido la principal bacteria centinela utilizada debido a su capacidad de adquirir y transferir genes de RAM, ya que es una bacteria comensal que forma parte de la microbiota de animales y humanos. Sin embargo, es necesario investigar el problema de la RAM desde más perspectivas.
Por esta razón, las bacterias Gram positivas pertenecientes a la familia Staphylococcaceae, que se consideran parte de la microbiota comensal de la piel y mucosas de animales y humanos, también se utilizan como indicador de resistencia.
Dentro de esta familia, se distinguen dos grupos: estafilococos coagulasa positivos (CoPS) y estafilococos coagulasa negativos (CoNS).
Por ello, el objetivo de un trabajo reciente fue establecer la presencia de Staphylococcus spp. comensales versus causantes de infecciones, y la situación epidemiológica de su RAM y MDR en animales de compañía (perros y gatos) en la Comunidad Valenciana.
Se tomaron 271 muestras de centros veterinarios para evaluar la susceptibilidad antimicrobiana frente a 20 antibióticos, entre ellos algunos de los más importantes para el tratamiento de infecciones por estafilococos, incluidos los cinco antibióticos de último recurso de esta lista. Del total de muestras, 187 cepas de Staphylococcus spp. fueron recuperados de perros y gatos asintomáticos y con enfermedades de la piel, de los cuales S. pseudintermedius (≈60 %) fue más prevalente en perros, mientras que S. felis (≈50 %) fue más prevalente en gatos.
De todos los Staphylococcus comensales aislados de perros sanos asintomáticos, el 95,2 % (80/84) mostraron RAM a al menos 1 de los 20 antibióticos estudiados, y el 72,6 % fueron considerados MDR, mientras que sólo el 4,8% de las cepas fueron sensibles a todos los antibióticos estudiados.
Por otra parte, sólo el 10,3 % (3/29) de los Staphylococcus causantes de infecciones aislados de animales con infecciones cutáneas activas fueron sensibles a todos los antibióticos ensayados, mientras que el 89,7 % de las cepas presentaron RAM y el 55,2% fueron MDR.
En el análisis general de los aislados, se observó RAM para todos los antibióticos analizados, incluidos los cruciales en medicina humana. Además, más del 70 % y el 30 % de las cepas en perros y gatos, respectivamente, presentaban MDR.
SUSCEPTIBILIDAD A DISTINTOS ANTIBIÓTICOS
En el caso de los gatos, del total de cepas de Staphylococcus comensales aisladas de felinos sanos asintomáticos, el 21,5 % (14/65) fueron susceptibles a los 20 antibióticos estudiados, mientras que el 75,4 % (49/65) presentaron RAM a al menos uno de los antibióticos estudiados, y el 32,3 % fueron MDR.
De todos los estafilococos causantes de infecciones aislados de gatos con infecciones cutáneas activas, el 11,1 % fueron sensibles a todos los antibióticos estudiados, mientras que el 88,9 % (8/9) fueron RAM y el 55,6 % fueron MDR.
Por otro lado, respecto a los antibióticos con mayores porcentajes de RAM, fueron los del grupo de las penicilinas (casi el 50 % en perros y gatos), cloranfenicol (≈50 % en perros y 25 % en gatos), eritromicina (≈47 % para ambas especies), clindamicina (≈40 % para ambos) y tetraciclina (≈40 % para ambos).
RESISTENCIA A ANTIBIÓTICOS DE ÚLTIMO RECURSO
En cuanto a los antibióticos que sólo están autorizados para uso humano y no destinados a animales, comúnmente conocidos como antibióticos de último recurso, en este estudio se probaron cinco de ellos: vancomicina, tigeciclina, daptomicina, lincomicina y nitrofurantoína. Los resultados sobre la resistencia a la tigeciclina son particularmente alarmantes, ya que “observamos tasas elevadas en aislados de perros, especialmente en el comensal S. pseudintermedius (46,3 %)”. Por otro lado, todos los aislados de gatos fueron susceptibles a la tigeciclina.
Ante los resultados obtenidos, los autores resaltan “la importancia de seguir la nueva categorización de la OMS a la hora de prescribir antibióticos a animales de compañía, ya que la mayor resistencia observada en este estudio es frente a los primeros tratamientos de elección para estafilococos causantes de infecciones”, lo que supone “una amenaza para la salud pública mundial”.
Asimismo, subrayan la necesidad de “controlar a los animales de compañía como posibles reservorios y transmisores de resistencia tanto a los humanos como al medio ambiente, siguiendo una estrategia de Una Salud”. Además, se necesitan más estudios epidemiológicos en profundidad sobre la transmisión de la RAM entre animales de compañía y humanos para establecer herramientas de control adecuadas.