La presencia de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) ha sido confirmada este jueves 11 de enero por primera vez en mamíferos del subantártico. La enfermedad fue detectada concretamente en elefantes y lobos marinos en la isla de Georgia del Sur por expertos de la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal (APHA), líder mundial en el Reino Unido.
“Trabajando junto con el Gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur (GSGSSI) y la Prospección Antártica Británica (BAS, por sus siglas en inglés), la APHA ha estado a la vanguardia de las pruebas de detección de gripe aviar en mamíferos en esta región subantártica desde que se sospechó por primera vez el año pasado”, señalan desde el Gobierno británico.
Georgia del Sur es un territorio de ultramar del Reino Unido situado en el Océano Atlántico Sur, aproximadamente a 1.000 kilómetros al sureste de las Islas Malvinas, y solo se puede acceder a él por barco. “Tiene algunas de las colonias de aves marinas mejor monitoreadas del mundo, lo que equipa a científicos y conservacionistas con indicadores de cambio de especies”, comentan.
En octubre de 2023, se sospechó por primera vez de IAAP en Bird Island, frente a la costa noroeste de Georgia del Sur, después de la muerte de varias skúas marrones. En este sentido, el análisis de secuencia de aves infectadas demuestra que lo más probable es que el virus se haya introducido a través del movimiento de aves migratorias desde América del Sur.
Asimismo, las autoridades británicas exponen que el científico de APHA, el Dr. Marco Falchieri, del equipo de Influenza y Virología Aviar, pasó tres semanas en la región subantártica visitando las islas afectadas a bordo del buque de la Royal Navy HMS Forth y recogió muestras de mamíferos muertos, incluidos elefantes marinos y aves.
“Después de las pruebas y la secuenciación en el laboratorio de APHA en Weybridge, las muestras dieron positivo para HPAI H5N1 en elefantes marinos, lobos marinos, skúas marrones, gaviotas cocineras y charranes antárticos. También se recolectaron muestras de colonias de albatros y petreles gigantes en Bird Island, pero dieron negativo. Hasta la fecha no ha habido informes de mortalidad superior a la media en ninguna especie de pingüino”, detallan.
Por otra parte, conviene destacar que los datos de vigilancia genómica disponibles siguen sugiriendo que no hay una adaptación generalizada del virus en los mamíferos y, además, “el riesgo de infección humana por H5N1 sigue siendo muy bajo”.
LA ANTÁRTIDA, UN PUNTO DE BIODIVERSIDAD “ÚNICO”
El profesor Ian Brown, director de servicios científicos de la APHA, explica que “dado que la Antártida es un punto de biodiversidad tan único y especial, es triste y preocupante ver cómo la enfermedad se propaga a los mamíferos de la región”.
Además, recalca que “si la influenza aviar continúa propagándose por la región subantártica, esto podría amenazar significativamente el frágil ecosistema y potencialmente poner en riesgo a una gran cantidad de poblaciones de aves y mamíferos marinos”.
“Sin embargo, los datos de vigilancia genómica disponibles continúan sugiriendo que no hay una adaptación generalizada del virus en los mamíferos y el conocimiento recopilado de estas últimas muestras se compartirá rápidamente con socios internacionales para ayudarlos en sus esfuerzos por abordar la enfermedad e informar la mitigación del riesgo global. Sigue habiendo incertidumbre sobre cómo el virus está infectando y propagándose entre estas poblaciones. APHA continuará trabajando con el Gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, las Islas Malvinas y la Prospección Antártica Británica para monitorear el impacto de la vida silvestre en Georgias del Sur y la posible propagación a otras áreas”, subraya.
Hay que recordar que la Prospección Antártica Británica, conocido como BAS, opera dos estaciones de investigación en las Georgia del Sur: King Edward Point y Bird Island. Como resultado de los casos confirmados de IAAP, se ha suspendido la mayor parte del trabajo de campo que involucra contacto con animales. El personal de BAS, por su parte, está siguiendo las medidas de bioseguridad adicionales adoptadas esta temporada.
“Los elementos clave del programa científico más amplio en King Edward Point y Bird Island continúan bajo precaución, incluido el monitoreo a largo plazo de los albatros errantes, los albatros de ceja negra, los albatros de cabeza gris, los petreles gigantes del norte y del sur, los pingüinos papúa y los pingüinos macarrones”, explican desde el gobierno británico.
Ash Bennison, director científico de la Estación de Investigación Bird Island, señala por su parte que “es increíblemente triste presenciar los efectos de la gripe aviar en las poblaciones animales que estudiamos en Georgia del Sur”. Mientras tanto, Laura Sinclair Willis, directora ejecutiva del Gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, añade que “el Gobierno de las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur anticipó que la influenza aviar de alta patogenicidad probablemente llegaría a nuestras costas en el verano austral 23/24, y agradecemos el apoyo continuo de la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal, la Prospección Antártica Británica, el Ministerio de Defensa y la industria de cruceros antárticos, junto con una comunidad global de socios y partes interesadas que nos están ayudando a monitorear los impactos dentro del Territorio”.