Numerosas investigaciones muestran que tres cuartas partes de las enfermedades infecciosas emergentes se transmiten de animales a humanos; una enfermedad de este tipo se conoce como zoonosis. Los animales de granja, especialmente los cerdos y las aves de corral, presentan un alto riesgo de infección zoonótica.
La cría intensiva de animales industrializada (IIAF, por sus siglas en inglés) destruye los hábitats de las especies salvajes, lo que lleva a una asociación más estrecha entre estos y las personas, aumentando así el peligro de transmisión de infecciones.
Sin embargo, si bien los estudios existentes muestran que aproximadamente el 75 % de las zoonosis se remontan a animales salvajes, el resto se origina en especies domesticadas, incluidas las de granja. En muchas granjas de todo el mundo que crían aves y cerdos para obtener carne, los animales se mantienen hacinados y en condiciones antihigiénicas, lo que incrementa la amenaza zoonótica.
En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Winchester en el Reino Unido y la Universidad Griffith de Australia examinan los riesgos de mantener pollos y cerdos en entornos agrícolas intensivos y en espacios hacinados.
AGENTES ZOONÓTICOS Y CONDICIONES DE ALTO RIESGO
Los agentes zoonóticos incluyen bacterias, hongos, parásitos, protozoos y virus que se incuban en huéspedes animales. De estos agentes, los virus (especialmente los virus de la influenza, que infectan los tractos digestivo y respiratorio de sus huéspedes animales y humanos) "representan el riesgo más grave".
La propagación zoonótica ocurre frecuentemente a través del contacto directo de los humanos con la saliva o los excrementos de un animal infectado, o mediante la contaminación ambiental.
En general, las condiciones que aumentan el riesgo de zoonosis en todo el mundo y analiza en detalle este nuevo estudio, incluyen la estrecha proximidad humana a los animales de granja; condiciones de reproducción y vida subóptimas para pollos y cerdos de granja; o la alteración de los ecosistemas, entre otros.
Entre los ejemplos bien conocidos de zoonosis están los brotes de gripe asiática (virus H2N2) a finales de los años 1950 y de gripe de Hong Kong (virus H3N2) a finales de los años 1960, ambos transmitidos a los humanos a través de pollos infectados; y la gripe porcina (virus H1N1, transmitido a los humanos a través de cerdos infectados), que se originó en 1919 y todavía está en circulación.
Los autores resaltan que "el uso de antimicrobianos empeora las cosas". Un estudio de 2023 en PLoS Global Public Health muestra que "a nivel mundial, los animales de granja consumen el 73 % de todos los antimicrobianos en uso, y que para 2030 se espera que este porcentaje crezca un 8 %".
DESCRIPCIÓN DE LOS VIRUS DE LA INFLUENZA
Un artículo publicado en Viruses en 2023 define cuatro tipos de virus de la influenza, cada uno de los cuales tiene un genoma único y afecta a un grupo específico de huéspedes: tipo A (extensa variedad de aves y mamíferos); tipo B (humanos y cerdos); tipo C (humanos, cerdos y focas); y tipo D (bovinos y algunos otros rumiantes, caballos y cerdos).
Los investigadores del nuevo estudio han centrado su trabajo en el tipo A, por ser el más común. "Se ha dividido en numerosos subtipos "H" y "N" según la presencia de proteínas hemaglutinina y neuraminidasa en su superficie, dando lugar a nombres de cepas específicas como virus H2N2".
"La influenza tipo A ha predominado principalmente porque puede cambiar y derivar antigénicamente. Los autores explican que "cuando dos cepas diferentes infectan a un solo huésped, puede tener lugar un cambio antigénico, lo que posiblemente dé como resultado una nueva cepa de virus tipo A. Mientras tanto, si el huésped ha desarrollado inmunidad al virus, puede mutar durante un período de tiempo más largo y dominar esta inmunidad. Esta es la deriva antigénica".
MUTACIÓN DEL VIRUS
Los animales huéspedes que pueden ser infectados simultáneamente por dos o más cepas de influenza se conocen como "recipientes de mezcla" y sirven como sitios principales para la mutación del virus y la aparición de nuevas cepas que contienen material genético transmitido a partir de cepas existentes. "Las infecciones de este tipo tienen un gran potencial para provocar una emergencia de salud pública".
"Las cuatro grandes pandemias de gripe se han originado a partir de gripes aviares que formaron nuevos tipos en humanos, cerdos o en otro huésped en 'recipiente de mezcla' actualmente indeterminado. También puede producirse una mayor mezcla a través de una infección zoonótica inversa, mediante la cual las gripes dentro de los humanos pueden transmitirse a otros animales, lo que permite que se produzca una mayor mezcla con otras cepas de influenza presentes en esos animales", afirman los autores.
MEDIDAS DE MITIGACIÓN RECOMENDADAS
Los investigadores, que se oponen definitivamente a la noción de que "existe una forma única y sencilla de reducir adecuadamente el riesgo zoonótico entre las aves de corral y los cerdos de granja", concluyen discutiendo, en el contexto de las condiciones actualmente existentes, recomendaciones específicas de mitigación del riesgo.
Estas consisten en bioseguridad; vacunas; reducción del consumo de animales de granja por parte del público; reestructuración de la cría de aves y cerdos para impulsar el bienestar animal mediante la mejora de las prácticas de cría y, al mismo tiempo, reducir el uso de antibióticos y la densidad de alojamiento de los animales; y eliminación gradual de las aprobaciones de solicitudes para granjas animales intensivas industrializadas nuevas y ampliadas.