Reducir los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas mediante la tenencia responsable de gatos

Los gatos ocupan un lugar especial en el corazón de muchas personas. Se estima que sólo en Estados Unidos hay 60 millones de felinos como mascotas. Los gatos también ocupan una posición distinta en las redes ecológicas de los animales de compañía, los humanos y las especies peridomésticas (animales salvajes y asilvestrados que viven cerca de viviendas humanas) según un artículo de revisión reciente realizado por un equipo de investigadores de EE UU.

Más que la mayoría de los animales de compañía, "muchos gatos tienen dos vidas: una en estrecho contacto con las personas en casa, y otra con los animales del exterior", explican. Al aire libre, interactúan con la vida silvestre e incluso con un número creciente de gatos salvajes. A medida que aumenta la urbanización, también aumentan las interacciones y, con ellas, la probabilidad de que se transmitan enfermedades zoonóticas, infecciones que se transmiten entre animales y personas.

"Si bien los estudios de las enfermedades zoonóticas se han centrado históricamente en los animales de granja, y en las enfermedades transmitidas por los alimentos en particular, existe un conocimiento muy limitado sobre el papel de los animales de compañía, en particular los gatos, en la transmisión de enfermedades a las personas", lamentan. Este es un vacío que los autores esperan llenar y describir una serie de enfermedades en las que los gatos y otros animales de compañía desempeñan un papel importante.

TRANSMISIONES ENTRE ESPECIES

La rabia transmitida por gatos no vacunados representa actualmente la mayor amenaza. "La gente asocia la rabia con los perros, pero creo que cada vez más gatos se están convirtiendo en una fuente de rabia para los humanos". Causada por un rabdovirus que afecta el sistema nervioso central, la enfermedad casi siempre es fatal si no se trata antes de que comiencen los síntomas clínicos. "Mantener el calendario de vacunación contra la rabia de su gato es un desafío para muchas personas, pero es muy importante". El riesgo de rabia es una buena razón para mantener a los gatos dentro de casa o en un ambiente controlado que evite el contacto con otros animales, particularmente con gatos salvajes, que son difíciles de vacunar.

Los animales de compañía también sirven como puente entre especies que de otro modo no estarían relacionadas para otras infecciones. Yersinia pestis, la bacteria que causa la peste, por ejemplo, está presente en zonas de diecisiete estados del oeste de Estados Unidos. "Los gatos pueden ser un muy buen conducto de la enfermedad a los humanos, porque entran en contacto con los roedores que son reservorios", apuntan. Otros animales domesticados también pueden causar problemas. Por ejemplo, algunos caballos en Australia interactúan con murciélagos frugívoros que portan el virus Hendra. Transmitido a los veterinarios u otros humanos, el virus puede causar una enfermedad grave.

En otros casos, los animales de compañía ayudan a propagar enfermedades geográficamente o brindan oportunidades para su posterior evolución. Los coronavirus existen en numerosas especies animales diferentes, incluidos gatos, perros y caballos. Un nuevo híbrido recombinante de coronavirus felino-canino se ha abierto camino entre grandes colonias de gatos salvajes no gestionadas en Chipre. Dado que los coronavirus animales a veces pueden infectar a los humanos, “representan un riesgo tangible”.

En el caso del parásito protozoario Toxoplasma gondii, los gatos contribuyen al mantenimiento del patógeno zoonótico. "Los gatos son el huésped definitivo de la toxoplasmosis”. El riesgo de infección directa de los gatos es pequeño, aunque cualquier persona embarazada debe evitar vaciar la caja de arena para gatos, ya que la toxoplasmosis puede tener consecuencias graves para el feto en desarrollo. Los gatos desempeñan un papel más importante a la hora de mantener el parásito presente en el medio ambiente. Sus heces pueden contaminar las verduras de un huerto o ser ingeridas por cerdos o vacas que transmiten el parásito a través de la carne poco cocida.

MASCOTAS COMO CENTINELAS

"Es muy importante comprender el papel que desempeñan los animales de compañía en este tipo de cadena de infección", consideran los autores de la revisión. "Cuanto más conocimiento tengamos, más estratégicos podremos ser a la hora de tomar medidas mesuradas, educadas y coordinadas para abordar estos problemas a medida que surjan". El primer requisito, indican, será monitorear mejor a las mascotas y las especies peridomésticas y observar los cambios en la biología de diversos microorganismos y su virulencia, la propagación entre especies y el modo de transmisión. De este modo, los animales de compañía y peridomésticos pueden actuar como centinelas, ayudando a la detección temprana de enfermedades en las poblaciones humanas cuando se encuentran un aumento de casos en animales.

Los autores reconocen que las soluciones no siempre serán sencillas cuando se trata de gatos. "Los gatos son maravillosos animales de compañía y también pueden actuar como especies invasoras, como vemos, por ejemplo, en Australia". Por eso “tenemos que encontrar un equilibrio entre la tenencia responsable de mascotas". Los autores animan a los propietarios a mantener a los gatos en el interior siempre que sea posible y aboga firmemente por el manejo de las poblaciones de gatos salvajes, aunque el mejor método aún está en debate. "Es difícil y debemos considerar una variedad de puntos de vista sobre este problema".

De hecho, dada la naturaleza compleja de la transmisión de enfermedades zoonóticas, cualquier solución requerirá un enfoque igualmente multifacético. "No queremos sacar conclusiones precipitadas, sino reunir a grupos de personas diferentes para analizar el problema”. Por lo tanto, "es realmente importante que los veterinarios, los profesionales médicos, los conservacionistas y los responsables de la formulación de políticas trabajen juntos para lograr el mejor resultado para la salud de las personas, los animales y el medio ambiente".