Cada año millones de aves reptiles anfibios y mamíferos son comercializados de forma ilegal en el mundo. Esta actividad delictiva, que genera entre 4 y 23 billones de dólares de beneficios para los traficantes, supone un peligro para la conservación de las especies, así como una amenaza a la salud de los animales y personas.
Las aves psitácidas - loros, cacatúas, cotorras y periquitos – se encuentran entre las más afectadas por el tráfico ilegal de mascotas, con el agravante de que el 25 % de estas especies están en estado de conservación vulnerable o en peligro de extinción. "Muchas de las mascotas de Europa y Estados Unidos provienen precisamente de ese comercio ilegal cuyo origen es la Amazonia peruana, una región que sufre, además, el problema de la explotación de recursos naturales de comunidades indígenas y el narcotráfico", según explica el investigador de la Universidad de Extremadura (UEx) Alfonso Marzal, autor principal de esta investigación. El investigador lleva más de 10 años trabajando con las autoridades y universidades peruanas en el estudio de la malaria aviar y en la importancia de la conservación de la biodiversidad de la selva amazónica. Esta colaboración ha permitido no solo formar a investigadores en Perú sino involucrarlos en la investigación y resultados finales publicados. “De esta manera, se crea una comunidad investigadora local que puede optar a proyectos de investigación y a mayor financiación, promoviendo que sus estudios sean tenidos en cuenta por las autoridades de la zona”, declara Marzal.
En el marco de esta colaboración, ha surgido esta investigación para divulgar la importancia de la lucha contra el tráfico ilegal de especies. Así, y como punto de partida, los investigadores decidieron analizar los patógenos en las especies capturadas que iban a ser traficadas de forma ilegal sin ningún tipo de control sanitario. Los resultados han mostrado que cerca del 20 % de los periquitos de ala amarilla (Brotogeris versicolurus), una de las aves más traficada en América del Sur, portaba una malaria muy invasora (Plasmodium relictum GRW04) con un alto poder patogénico. “Sabemos que esta misma malaria causó la extinción de un gran número de aves endémicas en Hawai en la década de los años 20 del siglo pasado. Por tanto, la comercialización ilegal de estos periquitos sin ningún tipo de control sanitario podría causar la muerte de muchas especies de aves en otras partes del mundo”, subraya Marzal.
El tráfico ilegal de aves, mamíferos y anfibios tiene un doble impacto negativo. “Por un lado, hace disminuir las poblaciones de fauna autóctona, o que incluso se extingan y, por otro, estas especies pueden actuar como vectores a modo de caballo de Troya portando en su interior patógenos y parásitos que son dispersados a miles de kilómetros de su zona de origen”, alerta el investigador de la UEx.
Los resultados de esta investigación destacan la importancia de la implementación de legislación, políticas y políticas interdisciplinarias efectivas, así como la necesaria colaboración entre científicos y expertos de diferentes disciplinas de acuerdo con la estrategia mundial One Health, para reducir los riesgos en la salud de todos, personas y animales.
En este estudio han participado grupos de la Universidad de Extremadura, la Universidad Nacional de San Martín (Perú), la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Perú), el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), CSIC-UCLM-JCCM, Centro Urku de Estudios Amazónicos (Peru), Área de Gestion de Fauna Silvestre, Autoridad Regional Ambiental, Gobierno Regional de San Martin (Perú), y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC.