El virus de la hepatitis E (VHE) se considera una amenaza emergente para la salud pública en todo el mundo. Las infecciones por VHE pueden tener un curso clínico diferente, desde casos asintomáticos hasta hepatitis aguda, principalmente autolimitada, pero ocasionalmente fulminante y crónica en pacientes inmunocomprometidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima aproximadamente 20 millones de infecciones por VHE cada año, con 3 millones de manifestaciones sintomáticas y casi 60.000 muertes relacionadas con el VHE.
Dentro de la familia Hepeviridae, el género Paslahepevirus incluye cuatro genotipos principales de VHE con cepas que infectan a mamíferos, en particular a humanos y varias especies animales, con dos patrones de transmisión principales relacionados con distribuciones epidemiológicas específicas. Los genotipos HEV-1 y HEV-2 infectan únicamente a los humanos y circulan principalmente en países de bajos ingresos, provocando grandes brotes debido al consumo de agua potable contaminada. Los genotipos VHE-3 y VHE-4 son zoonóticos y están ampliamente distribuidos en países de altos ingresos, donde normalmente causan casos esporádicos y brotes confinados.
La primera cepa animal de VHE se describió en cerdos domésticos en 1997 en los Estados Unidos y se denominó VHE porcino (sHEV). Los siguientes análisis de secuencia revelaron que la cepa HEV-3 porcina era similar a las cepas HEV-3 humanas. Desde entonces, se han informado cepas de HEV-3 en cerdos en todo el mundo. El otro genotipo zoonótico, el VHE-4, circuló por primera vez en Asia y recientemente rara vez se ha detectado también en cerdos y humanos en Europa. Los cerdos ahora son reconocidos como el principal reservorio del VHE zoonótico.
La principal vía de transmisión del HEV-3 y HEV-4 es la alimentaria. La aparición de infecciones por VHE-3 y VHE-4 en humanos se ha relacionado con frecuencia con el consumo de productos de cerdo y jabalí crudos o sin cocer contaminados con VHE, que contienen principalmente hígado, que es el órgano objetivo de la replicación del virus. En Europa, HEV-3 es el genotipo circulante más común tanto en humanos como en cerdos.
DISTINTAS CEPAS IDENTIFICADAS
Sobre la base de los análisis de secuencias completas del genoma, las cepas de VHE-3 se han clasificado en 19 subtipos, 13 asignados como desde VHE-3a a 3 m y seis todavía clasificados provisionalmente. La frecuencia de estos diferentes subtipos es variable, siendo el 3c, 3e y 3f los más comunes en Europa, tanto en humanos como en animales. Otros subtipos son más comunes en los jabalíes que en los cerdos o presentan una tasa de detección más baja en los cerdos.
Durante la última década, en Europa, se ha observado un cambio en la circulación del subtipo en humanos con un aumento de cepas 3c en comparación con una gran circulación anterior de los subtipos 3e y 3f. Este cambio se observó en Francia, Inglaterra, Bélgica, Alemania y Países Bajos.
En otros países, como Italia y España, los subtipos 3e y 3f siguen siendo predominantes. Estudios recientes sugirieron diferencias en la patogenicidad de los subtipos, pero los resultados aún son objeto de debate ya que algunos otros no observan la misma correlación.
Por lo tanto, el objetivo de un estudio internacional ha sido caracterizar las cepas de VHE que circulan en cerdos domésticos en granjas de distintos países europeos y evaluar la correlación entre la detección de subtipos en cerdos, jabalíes y humanos en toda Europa. Los datos moleculares obtenidos mejorarán el conocimiento tanto sobre la distribución geográfica como sobre las rutas de transmisión de cepas virales entre los países europeos.
Para realizar el trabajo, se obtuvieron 291 secuencias de VHE a partir de heces de cerdo muestreadas en más de 74 granjas ubicadas en Austria, Bulgaria, República Checa, Alemania, Italia, Polonia, el Reino Unido, así como un número desconocido de granjas en los Países Bajos.
De las 99 secuencias no idénticas (99/291), 90 fueron asignadas a siete subtipos de HEV-3 establecidos: 3a, 3c, 3e, 3f, 3g, 3i y 3l, ya descritos en Europa, mientras que nueve secuencias de HEV-3 no pudieron asignarse a ningún subtipo existente.
Asimismo, el subtipo 3e fue el más común, detectado en seis de ocho países, seguido del 3f y 3c, que también estuvieron presentes en varios países; Los subtipos tipo 3g, 3i y 3l mostraron sólo una circulación limitada. La distribución de los subtipos de HEV-3 detectados con frecuencia (3e, 3f y 3c) y raramente (tipo 3g, 3i y 3l) en cerdos se correlacionó con sus tasas de detección en pacientes humanos en Europa.
RIESGO DE TRANSMISIÓN A LOS HUMANOS
Ante estos resultados, los autores han declarado que “este estudio mostró la diversidad genética de las cepas de HEV-3 que circulan en las granjas porcinas de toda Europa”. El análisis molecular realizado representa resultados sobre la identificación del subtipo de HEV-3 obtenidos en un lapso de tiempo relativamente corto (3 años) y “confirma la amplia heterogeneidad de las cepas de HEV-3 presentes en los cerdos domésticos”.
Por otro lado, la alta correlación entre las cepas humanas y porcinas “proporcionó más pruebas de su posible transmisión zoonótica a los humanos”.
El seguimiento de la circulación de los subtipos y su caracterización, consideran importante, ya que “diferentes subtipos pueden desempeñar un papel en la gravedad de la enfermedad en humanos”. Los resultados obtenidos pueden sugerir que las cepas de HEV-3 se han propagado de un país a otro o dentro de un país como consecuencia tanto del movimiento comercial de cerdos domésticos infectados como del movimiento transfronterizo de jabalíes.
Sobre la base de este trabajo, “se necesita vigilancia del VHE para rastrear la circulación de las cepas entre los países, evaluar la propagación de nuevas cepas e identificar la fuente de infección en los casos humanos. Además, el conocimiento sobre los subtipos de VHE detectados en cerdos puede tener importancia no sólo epidemiológica sino también para la seguridad alimentaria para la salud pública”, añaden los investigadores.
En resumen, “los resultados de este estudio confirman la amplia circulación de varias cepas de HEV-3 en cerdos europeos y recuerdan que es necesaria la secuenciación para monitorear las diferentes cepas e identificar posibles vías de transmisión zoonótica”.