Es indiscutible la fama que tienen los perros, ya que son compañeros fieles y cariñosos. A los gatos, por otro lado, no se les suele tener dicha consideración. Sin embargo, un estudio piloto demuestra que acoger a un gato puede aliviar la soledad entre los adultos mayores.
Susan Cannone, una de los 29 participantes en la investigación, respondió a un anuncio en 2020 que buscaba personas para adoptar gatos de un refugio. Los voluntarios debían tener 60 años o más y vivir solos sin otras mascotas en la casa.
“No podía soportar volver a casa y encontrarme con nada más que la casa”, comentó Cannone. "Tener a alguien que sabes que te está esperando y que está feliz de verte hace toda la diferencia".
Después de que Cannone pasara una prueba cognitiva y distintas evaluaciones de su salud física y mental, la co-investigadora Sherry Sanderson, la llevó a la Sociedad Protectora de Animales del Área de Atenas para seleccionar un gato. Sanderson fue directo a una protectora de de felinos. Sacó un gatito macho. Cannone lo vio, él la vio, “y eso fue todo”, recordó. "Fue amor a primera vista."
LA SOLEDAD ES UNA EPIDEMIA
En mayo de 2023, se publicó un estudio en Estados Unidos que calificaba la soledad y el aislamiento como una epidemia. Kerstin Emerson, co-investigadora del informe, explicó que pone énfasis en la necesidad urgente de una cura.
"Si bien hay muchas causas de la soledad, sabemos que existen intervenciones que pueden ayudar", señaló. "Queríamos saber si un programa de crianza de gatos podría ser una intervención que pudiera ayudar a los adultos mayores que experimentan soledad".
Sanderson expuso que "los gatos son una buena opción para los adultos mayores porque son más autosuficientes que los perros, pero aún lo suficientemente sociables como para que sus dueños jueguen y hablen". A diferencia de los perros, no requieren paseos ni ejercicio físico intenso, lo que los convierte en buenos compañeros para dueños con artritis, enfermedades cardíacas y otras afecciones de salud.
Don Scott, co-autor del estudio, indicó que la investigación se suma al creciente cuerpo de trabajos que exhiben los beneficios de tener una mascota. "Si bien gran parte de los estudios se han centrado en perros, el nuestro es el primero en demostrar que los gatos de compañía pueden disminuir los sentimientos de soledad en los adultos mayores", subrayó Scott.
Ahora que el estudio piloto ha demostrado que el concepto funciona, Sanderson tiene la esperanza de que se financie y apruebe un estudio más amplio en el futuro.
EL APEGO A UNA MASCOTA PUEDE MEJORAR LA SALUD
Los voluntarios acordaron acoger gatos cachorros o adultos de un refugio durante un mínimo de cuatro meses con la opción de adoptarlos después del primer mes. Se pidió a los participantes que cuantificaran la comodidad que sentían con sus gatos y los efectos en su bienestar físico y mental en encuestas realizadas en el primer y cuarto mes de inscripción en el estudio.
Para aquellos que adoptaron, una tercera encuesta midió su satisfacción a los 12 meses. Durante el estudio se proporcionó atención veterinaria y alimentos, y se pagaron tarifas a aquellos que decidieron quedarse con sus gatos, eliminando las barreras financieras que a menudo desalientan a los adultos mayores a acoger animales.
Scott aseguró que "el apego a una mascota parece mediar en la relación entre la soledad y la salud general de las mujeres mayores". Sin embargo, no todos los adultos mayores son capaces de cubrir las demandas físicas o cognitivas que implica tener una mascota, y existen riesgos potenciales, como mordeduras, rasguños o caídas.
"Por lo tanto, tener una mascota debe considerarse cuidadosamente en el contexto del estado de salud de un adulto mayor, tanto para el bienestar humano como para el animal".
"Los gatos pueden ser, en el mejor de los casos, amantes estratégicos, acercándose a sus humanos cuando ellos necesitan comida o atención, y proporcionan horas de entretenimiento, especialmente cuando toma una dosis de hierba gatera. Asimismo, se ganan la vida librando la casa de insectos".
Ese también es un beneficio que Starbucks, el gato de Cannone, ha traído a su casa. Una vez atrapó una pequeña serpiente que se había deslizado dentro de la casa. "No veo la hora de llegar a casa", confesó Cannone desde que adoptó Starbucks.