El campo experimental Potrok Aike del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina (INTA), está llevando adelante distintas actividades de investigación y extensión vinculadas al manejo de la ganadería ovina y bovina. En este sentido, la incorporación de bloques nutricionales hechos con melaza en la dieta de ovinos surge como estrategia para suplementar los animales que se encuentran en pastoreo.
Rodrigo Gallardo, especialista en producción animal del INTA Santa Cruz, indicó que luego de tres años de prueba, observaron un cambio significativo que se debió principalmente al acostumbramiento del animal o a que el animal ya conoce este tipo de suplemento. “Si bien sobre la condición corporal en ovinos pudimos constatar que la variación fue poca (no más de medio punto de condición corporal), pero en el peso vivo la diferencia es notable. Hemos obtenido resultados de seis kilos de diferencia entre los suplementados por sobre los no suplementados”.
“Con nuestros ensayos pudimos determinar también que las épocas en las que los ovinos consumen los bloques son el invierno y el verano, cuando la calidad del pastizal natural es baja. Y se destacan especialmente los meses de frío, que fue cuando el consumo creció notablemente”, expresó Gallardo.
Con respecto a los bloques nutricionales, Gallardo señaló que en sus diferentes formulaciones (bloques para bovinos, ovinos, etc) incluyen aditivos técnicos y materias primas nutricionales de alta calidad. Cada bloque pesa treinta kilos y se elabora mediante la deshidratación de la melaza y está diseñado para vehiculizar de manera práctica y segura, energía, proteínas de origen vegetal y urea y cubrir requerimientos de minerales y vitaminas a bovinos y ovinos de todas las categorías que se encuentren en condiciones de pastoreo.
Mediante un convenio de vinculación, el INTA Santa Cruz comenzó a trabajar en 2019 con la empresa Lince S.A. de Villa María, Córdoba, que son quienes fabrican los bloques. “Durante 2022 y este año se avanzó en otros ensayos con distintas categorías de ganado: corderos, borregos, corderas de reposición, ovejas cruza de Potrok Aike y en bovinos en zonas de Calafate”, señaló el especialista de la empresa.
Entre las principales ventajas de su uso, Gallardo recalcó que se trata de una herramienta de suplementación práctica, segura y eficiente y de bajo costo operativo, debido a que no necesita comederos, mixers o tractores para su uso. Además, el alto contenido de azúcares proveniente de la melaza proporciona un importante suministro de energía fermentable por la microflora del rumen, lo que mejora la digestibilidad del forraje.
Por otro lado, el grado de dureza y resistencia a la humedad garantiza que el animal lo consuma lamiéndolo y, además, soporta las lluvias o inclemencias del clima sin absorber la humedad garantizando un consumo estable seguro y regulado.
“Gracias a las características del producto, el bloque puede ser utilizado como un suplemento de la dieta durante todo el año, complementado y equilibrando raciones, mejorando la digestibilidad del forraje y su ingesta, lo que mejora el rendimiento animal”, expresó Gallardo y puntualizó que, como el envase utilizado es 100 % biodegradable por el medio ambiente, no es necesario recoger plásticos o envases.
En este sentido, Gallardo detalló que los bloques vienen envueltos en cartón, por lo que sólo hay que sacarle la tapa y ubicarlos en cualquier lugar del campo. “Hasta el momento los ponemos en los espacios que más tránsito tienen, pero la idea es comenzar a llevarlos a otros puntos dentro de los campos para estimular a los animales a moverse por todo el terreno”, indicó.
PRIMEROS RESULTADOS
En los ensayos de Potrok Aike y de la Estancia Monte Dinero con el grupo de producción agropecuaria, participaron alrededor de 100 animales -50 suplementados y 50 en el grupo testigo-, mientras que en Punta Loyola, 50 animales fueron suplementados y 200 aproximadamente fueron del grupo testigo.
“En el primer ensayo de borregas en Potrok Aike consumieron 8 gramos por animal al día del bloque y la ganancia no fue significativa debido a que lo animales no estaban bien acostumbrados al consumo del bloque”, describió Gallardo y agregó que “en la estancia Punta Loyola, donde los consumos del bloque fueron alrededor de 28 gramos por animal al día, la ganancia de peso a favor de los suplementados fue de 2 kilos por encima del testigo. Mientras, en la estancia Monte Dinero, los consumos superaron los 35 gramos por animal día y alcanzaron los 3 kilos por encima del testigo”.
En Potrok Aike, el segundo ensayo con bloques en borregas (50 animales suplementadas y 50 testigo) el aumento de peso vivo fue de 4 kilos, mientras que los animales del grupo testigo bajaron 2 kilos de peso vivo. Con respecto de estos resultados, Gallardo señaló que “sobre la condición corporal en ovinos pudimos constatar que la variación es poca, pero en el peso vivo la diferencia es notable. Hemos obtenido resultados de seis kilos de ejemplares suplementados por sobre los no suplementados”.
Asimismo, Gallardo explicó que, en el último tiempo, se comenzó a trabajar también en ensayos con bovinos en la zona de El Calafate junto con dos productores locales, haciendo hincapié en la calidad del pastizal. Al respecto, Gallardo destacó que “uno de los objetivos principales de los ensayos es promover la mejor digestibilidad de la pastura encañada disponible con el uso de los bloques nutricionales”.
Los resultados obtenidos en vacas preñadas un mes antes del parto fueron por encima de los ovinos alcanzando medio punto de condición corporal, 100 % de vacas paridas y con consumos de bloques multinutricionales de más de 400 gramos por animal al día, logrando un consumo muy parejo de la pastura de agropiro que se encontraba encañada (en muy baja calidad).