El Colegio Oficial de Veterinarios de Lugo ha organizado una reunión informativa sobre la receta y la prescripción veterinaria. Gerardo Rivero Cuesta, jefe del servicio de Seguridad Alimentaria y Producciones Ganaderas de la Xunta de Galicia, ha resuelto las preguntas que surgen sobre este tema. El acto se ha celebrado en el Salón de Actos de la Facultad de Veterinaria de Lugo, al que asistieron más de 150 veterinarios.
Uno de los puntos que más dudas plantea entre los profesionales es la gestión de los botiquines. El Real Decreto 666/2023 “deja claro que está prohibida la tenencia de medicamentos”, y esto se aplica también a los centros veterinarios. Rivero recuerda que “las clínicas no tienen botiquines, es el veterinario quien tiene la prerrogativa de tener el depósito, y es su responsable”.
Varios profesionales plantearon que, al no poder almacenar medicamentos, “si tenemos que poner todo el calcio a las vacas de leche hoy no hay veterinarios para poder hacerlo”. Gerardo señala que “la normativa no se puede discutir, porque está publicada”, y que su fin es “acabar con el ganadero que tiene un botiquín ilegal, diagnostica, propone el tratamiento y lo aplica”. Invita a que, si al llegar a una explotación, los animales ya han sido tratados sin supervisión veterinaria, “se apunte en una libreta, una especie de cuaderno de a bordo” con la que poder justificarse si hubiese una inspección.
En cuanto a la posología y las fichas técnicas, “los medicamentos se prescriben y se usan según las condiciones de autorización”, y el veterinario solo lo podrá modificar “si puede justificarlo”. Rivero reconoce que muchos prospectos “están desfasados”, pero plantea a los profesionales que “tenéis un problema nuevo y tenéis que trabajar de forma nueva. Al menos comunicad a farmacovigilancia los fármacos con los que trabajáis de forma habitual”, y añade que “si hacéis esto vais a tener nuestro respaldo siempre”. Respecto al control oficial, tranquiliza a los profesionales y asegura que “no está para poner en tela de juicio el criterio facultativo del veterinario, sino para comprobar que se cumplen las normas”.
Las dosis y empleo de los antibióticos están especialmente controlados, y la legislación persigue reducir su uso. Algunos clínicos plantearon que “muchos problemas de resistencias se están provocando por subdosificar”, y señalaron que “hay que tocar a los laboratorios para que actualicen los prospectos, porque es inviable tratar mamitis en dos días”. Manifestaron que “la única forma de evitar el problema de las resistencias es garantizar que el tratamiento sea el adecuado para una curación bacteriológica, no clínica”, y criticaron que si esto no se cumple “todo lo que hagamos no sirve para nada”. Gerardo les da la razón, aunque especifica que “los medicamentos se utilizan según las condiciones de autorización, pero eso no quita que el último día de tratamiento puedas prescribir otro tratamiento más”.
RECETA ELECTRÓNICA
“No concibo que haya que escribir todos los principios activos de un medicamento en la receta, pero es lo que pone en el reglamento europeo”, lamenta, y añade que “no vendo aplicaciones, pero si trabajase en el campo usaría una aplicación y haría recetas electrónicas” para ahorrar tiempo: “tenemos que meternos en la cabeza que todo esto de andar con los papelitos se va a acabar, este reglamento está pensado para la receta electrónica”. Sin embargo, algunos veterinarios puntualizaron que trabajan “en zonas de montaña y en muchos sitios no hay ni cobertura”, y solicitaron al Colegio de Veterinarios de Lugo que elabore “un talón de recetas en el que quepa toda la información obligatoria que hay que escribir”.
En relación con la receta electrónica, se planteó cuál es la manera correcta de tener un registro de tratamientos en las ganaderías. Rivero recuerda que “el reglamento dice que será el ganadero quien lleve el registro de tratamientos, no es responsabilidad del veterinario”. Es el ganadero el que tiene que “escribir en su libro electrónico de tratamientos las recetas físicas” o viceversa. Precisa que “pueden coexistir en una misma explotación dos registros de tratamientos, uno físico y otro electrónico” para cada tipo de recetas, “pero es más eficiente hacerlo de una única forma”. De esta forma, “si te pide que dejes unos huecos en el registro y pongas tu receta, la responsabilidad ante una inspección es del ganadero, no del veterinario”.
IDENTIFICACIÓN DE LOS ANIMALES
A la hora de recetar un medicamento hay que identificar al animal al que se le prescribe, pero en ocasiones “sobre todo al trabajar en prevención no sabes qué animales concretos se van a tratar”, plantean los profesionales. Gerardo señala que “se tratan a unos animales concretos por una cuestión concreta, no se pueden tratar animales por un año”, pero “si trabajas con una explotación y sabes, por ejemplo, qué animales van a parir, vas a prescribir para esos animales”.
Cuando se trata de ganaderías en las que no se identifica a los animales de forma individual, como en avicultura o en terneros recién nacidos, en el apartado de identificación de la receta “se debe dar información que permita relacionar inequívocamente la prescripción con el animal o grupo de animales destinatarios”. Aclara que es responsabilidad del ganadero, pero “tiene que saber identificarlos”.
En el caso de las explotaciones de autoconsumo, algunas “no tienen código REGA”. Rivero aclara que “tienes la obligación de prescribir si hay una patología, pero te cubres las espaldas”. Es decir, se debe advertir al ganadero que “tiene la obligación de tener esta identificación” y recomienda “escribir en la receta que lo has dicho para dejar constancia de ello”.
“Con el reglamento europeo y el Real Decreto se busca impedir que una persona que nunca ha pasado por la granja se dedique a recetar a demanda, lo que se conoce como receta inversa”, y por otro lado “se busca defender al veterinario que tiene un conocimiento”. Concluye que “la norma ha puesto al veterinario en el centro, y eso nos fastidia porque supone mucho trabajo. Pero te está amparando para cuando tengas que irte a un tratamiento un poco fuera de norma”.