El Congreso del Estado de Guerrero exhortó a la Secretaría de Salud a que, a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Guerrero (Copriseg), emita la Declaratoria de Emergencia Sanitaria en el municipio de Acapulco, ante la posibilidad del incremento de enfermedades del dengue, zika y chikungunya, gastrointestinales, respiratorias y de la piel, así como efectos en la salud mental de los habitantes con motivo del desastre ocasionado por el huracán “Otis”.
Al dar lectura al punto de acuerdo propuesto por la diputada Alicia Elizabeth Zamora Villalva, el diputado Esteban Albarrán Mendoza reseñó que, como es del conocimiento general, "la madrugada del 25 de octubre las costas de Guerrero, en especial Acapulco, fueron azotadas por el huracán “Otis”, destrozando los servicios públicos, hoteles, comercios, viviendas y flora y dejando a familias sin cobijo ni patrimonio, más las lamentables pérdidas y desapariciones humanas".
Abundó que este fenómeno dejó también una gran cantidad de basura en tierra y mar, ocasionando una situación de crisis de salud pública.
Por lo anterior, Albarrán Mendoza externó la importancia de que la Copriseg, como órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Salud, creado para proteger a la población contra riesgos a la salud, active la Declaratoria de Emergencia Sanitaria para accionar medidas de protección contra vectores (mosquitos transmisores de enfermedades) y roedores, así como la vacunación contra tétanos.
Detalló que "durante los primeros días posteriores al azote del huracán, de los pacientes atendidos, el 25 % presentó infección aguda respiratoria, 20 % hipertensión arterial, 8 % enfermedad diarreica aguda y 4 % traumatismos".
Indicó que, además, "se presentaron brotes de enfermedades infectocontagiosas (dengue, hepatitis, tifoidea, salmonela e incluso cólera), situación que se puede complicar ante las malas condiciones de higiene para la elaboración de alimentos".
Planteó, asimismo, que "la salud mental es un tema que no puede pasar desapercibido, ya que los acontecimientos vividos pueden generar estrés postraumático, ansiedad y depresión, poniendo en riesgo la vida de las personas que los adolezcan y de sus seres queridos".
Finalizó diciendo que es importante que psicólogos y psiquiatras apoyen a la población necesitada, así como a toda aquella persona que, previo al huracán, ya se encontraba en tratamiento por alguna enfermedad mental.