Los procesos que impulsan la epidemiología de los brotes y la transmisión de virus entre especies son temas de gran importancia. En este aspecto, el estudio de los virus implicados en brotes emergentes en animales puede revelar los procesos fundamentales que median la transferencia exitosa entre huéspedes y el posterior establecimiento de variantes virales como patógenos epizoóticos o incluso zoonóticos y pandémicos.
Un ejemplo en animales es la aparición del virus de la influenza equina (EIV) H3N8, aislado por primera vez en 1963 en Miami, Florida, EE. UU., después de haber aparecido entre los caballos en América del Sur. Posteriormente, a principios del siglo XXI, el linaje americano del EIV se dividió en dos clados 'Florida' que persisten hoy en día, mientras que un EIV se transfirió a perros alrededor de 1999 y dio origen al virus de la influenza canina (CIV) H3N8, reportado por primera vez en 2004.
Una publicación reciente ha investigado más a fondo los virus de la influenza y las especies hospedadoras. Concretamente, los autores han buscado comprender la evolución divergente y la epidemiología de los virus de la influenza H3N8 en perros y caballos.
Los autores explican que “alrededor del año 2000 en EE UU, una gripe que circulaba entre los caballos (H3N8) se extendió a los perros, concretamente entre los galgos de Florida”. Los brotes posteriores en Estados Unidos establecieron el primer virus de influenza canina de la era moderna. “Nuestra última detección de influenza canina H3N8 fue en 2016, y pretendíamos preguntar si esta aparente "extinción" de la influenza canina tenía que ver con el virus en sí o con la naturaleza de las dos especies huéspedes”, recalcan.
Los hallazgos recopilados por los autores, provenientes del análisis genético del genoma completo, identificaron que las diferencias en la evolución del virus eran mínimas. Además, “encontramos que la influenza canina estaba limitada geográficamente, confinada a refugios en los principales centros metropolitanos”, agregan.
Por el contrario, “la influenza equina continúa propagándose casi a nivel mundial y el clado principal del virus parece mantenerse mediante la circulación dentro de los Estados Unidos”. A su vez, el tráfico internacional de caballos vincula los virus de la influenza equina en todos los continentes.
“Nuestros resultados sugieren que una mejor comprensión de la dinámica de la población de caballos y la cooperación de las partes interesadas podrían ayudar a los profesionales veterinarios para reducir la carga de la influenza equina mediante pruebas de detección, cuarentena y mejores estrategias de vacunación”, concluyen los autores.