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Evidencias sugieren que algunas especies de aves pueden no curarse de la clamidiasis pese a tratamiento
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Evidencias sugieren que algunas especies de aves pueden no curarse de la clamidiasis pese a tratamiento

El CENID SAI del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) realiza estudios para evitar contagios y proteger la salud pública
Ave positiva a chlamydia
Ave positiva a Chlamydia.

El Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Salud Animal e Inocuidad (CENID-SAI) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), realiza el diagnóstico de la clamidiasis aviar, considerada de gran importancia en la salud pública, ya que la transmisión de la enfermedad de las aves hacia los humanos ocurre a través del contacto cercano con aves infectadas en cautiverio o en libertad, principalmente por aerosoles de la materia fecal o secreciones respiratorias.  


La Dra. Gabriela Palomares, investigadora del CENID-SAI, informó que la clamidiasis aviar es una enfermedad bacteriana infecto-contagiosa presente de manera latente en muchas especies de vertebrados, puede causar infección sistémica clínicamente evidente en mamíferos, aves, reptiles y anfibios.


La clamidiasis aviar, también conocida como psitacosis, ornitosis o fiebre del loro, es una zoonosis de distribución mundial causada por Chlamydia psittaci y Chlamydia gallinacea. Las manifestaciones clínicas más evidentes en las aves son de tipo respiratorias u oculares. Los reservorios principales son las aves psitácidas como los loros, periquitos, cotorras, papagayos y con menor frecuencia, las aves de corral, palomas, canarios y aves marinas, especies que pueden transmitir la infección a los humanos.


La infección por C. psittaci en los humanos se asocia con diversas manifestaciones clínicas, los síntomas más leves son parecidos a los de la “gripe”, presentándose escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, anorexia, dolor de garganta y fotofobia, cuando la infección es severa, puede ocurrir una neumonía atípica con tos seca y dificultad para respirar.


La investigadora destacó que aún no existen vacunas para prevenir la clamidiasis en las aves, por lo que "es urgente implementar medidas de bioseguridad que eviten el contagio y la diseminación de la enfermedad, como estrategia para la prevención". 


CONTAGIO Y TRATAMIENTO


Hizo hincapié en recomendar que se evite el contacto de las aves de compañía con aves silvestres, así como estar alerta y buscar asistencia de un especialista si el ave manifiesta letargo o signos de enfermedad respiratoria. Una vez confirmado el diagnóstico, el médico veterinario podrá sugerir el uso de antibióticos como las tetraciclinas.


Existen evidencias que sugieren que algunas especies de aves pueden no curarse de la clamidiasis a pesar del tratamiento, por lo que se recomienda el uso de equipo de protección (guantes y mascarilla) al realizar limpieza del aviario para eliminar el polvo y excretas contaminadas, así como desinfectar con productos de amonio cuaternario para eliminar a las clamidias y prevenir la reinfección.


La Dra. Palomares señaló que "la transmisión de la enfermedad se realiza a través de los animales infectados que eliminan a la bacteria en forma intermitentemente a través de las heces, orina, fluido lagrimal, descarga nasal, moco de la cavidad oral y faríngea". Este proceso puede ser inducido por factores estresantes (reproducción y puesta de huevos, vuelos de competición, exhibiciones, transporte) o inmunosupresión. Se desconocen los períodos en que los animales con enfermedad clínica o portadores pueden estar eliminando a la bacteria.


Al referirse a los signos clínicos, manifestó que "las aves infectadas pueden estar aparentemente sanas o presentar signos como letargo, decaimiento, lagrimeo, conjuntivitis, descarga nasal mucopurulenta, inapetencia, pérdida de peso, plumaje erizado, diarrea, deposiciones amarillentas y sinusitis. Las aves asintomáticas, pueden liberar el agente durante períodos largos de tiempo y en forma intermitente".


Finalmente, la investigadora indicó que, "en la actualidad, son pocos los lugares donde se realiza el diagnóstico de la enfermedad, sin embargo, en el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Salud Animal e Inocuidad del INIFAP, con sede en Palo alto, en la Ciudad de México, ofrece este servicio".

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