Los veterinarios de bovinos abogan por una vacuna como única medida de control frente a la EHE

La Asociación Nacional de Especialistas en Medicina Bovina de España (Anembe) organizó una jornada técnica el pasado 6 de octubre en Talavera de la Reina, donde se dieron cita veterinarios de bovino de todo el país para intercambiar sus experiencias de campo. Además, se presentó información actualizada sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE).

La asociación ha publicado ahora un manifiesto que recoge lo más destacado de la jornada. Los veterinarios recordaron que la EHE ha sido una enfermedad altamente preocupante en los últimos meses para el campo español. “El número de bajas, no solo por la letalidad de la enfermedad sino por las debidas a sacrificio porque es antieconómico mantener animales de difícil y costosa recuperación, las pérdidas reproductivas aún no tangibles y las pérdidas asociadas a la producción, la desinformación, la información equívoca de lo que iba a ser esta enfermedad en el vacuno, crean un clima de alta preocupación, incertidumbre, inseguridad y auténtico desamparo para el sector ganadero”, expusieron.

Desde Anembe manifiestan que la lucha contra el vector como control de la enfermedad "ha resultado un esfuerzo ineficaz o, en cualquier caso, insuficiente y de dudosa utilidad por la capacidad del virus de hospedarse y sobrevivir en vectores del género culicoides de diferentes especies adaptadas a climas tanto cálidos como fríos, en el medio ambiente, en establos y en instalaciones ganaderas, incluso aunque se hayan adoptado medidas de bioseguridad de todo tipo".

Además, exponen que “las infecciones de este año han sido por el serotipo 8, pero países cercanos del norte africano están infectados por el serotipo 6 y, en cualquier momento, puede propagarse hasta nuestro ganado dadas las condiciones tan favorables para el vector en la península ibérica”.

También hacen referencia al tráfico de mercancías y personas, así como a otros factores -como el cambio climático-, que hacen imposible el control de esta enfermedad en los próximos años sin vacunas adecuadas.

SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD

Los veterinarios explican que la sintomatología de esta enfermedad “se caracteriza por ser muy diversa, multiorgánica y de una gran variabilidad entre animales, entre explotaciones, según su orientación productiva, y entre otros factores, en función del momento en que ocurrió y de la situación geográfica y no estrictamente coincide con la descrita para la EHE en el ciervo de cola blanca ni la observada en focos del mismo ni de otro serotipo en otros países”.

Y además de algunos de los síntomas más habituales, como es el caso de cojeras, depresión, parálisis linguales, cianosis en cavidad nasofaríngea y ulceras en mucosas, “también se están presentando tasas anormalmente altas de abortos, malformaciones, mortinatos, bajos pesos al nacer, infertilidad en machos, diarreas sanguinolentas, diarreas con melena, anasarca, edemas palpebrales, faciales y de cabeza, agalaxia, que obliga a amamantamiento artificial, lo que en extensivo supone una dificultad añadida, pérdida de producción láctea, agravamiento de las enfermedades del periparto y aparición de enfermedades asociadas a la inmunodepresión que deben ser diagnosticadas y tratadas”.

Así, "el estado de gran número de animales queda en un balance energético negativo, prolongado, de lenta, difícil y a menudo imposible reversión que se traduce en retraso en la preñez o en infertilidad y que está motivando el envío de estos animales al matadero, con el coste que supone su reposición".

Por otra parte, apuntan que la enfermedad tiene un componente vascular muy grave, con daño de células endoteliales y alteraciones hematológicas como trombocitopenia y coagulopatía con fallo en la última etapa de la denominada fase común de la coagulación. Esto supone un alto porcentaje de muerte.

DATOS DE MORBILIDAD Y MORTALIDAD

Respecto a los datos de morbilidad y mortalidad que están manejando las Administraciones Públicas, tanto la Estatal como las Autonómicas, aseguran que "son cuestionables”. Algunos motivos que exponen son la infranotificación, lo que “debe ser objeto de análisis riguroso, porque no es casual, sino que tiene que ver con el distanciamiento del ganadero de sus Servicios Veterinarios Oficiales, y ello afecta de lleno a cualquier Plan de Contingencia de cualquier enfermedad epizoótica”.

No obstante, apuestan por hacer una reflexión, “porque ante la detección de síntomas, muchos ganaderos envían al matadero sus animales antes de llamar al veterinario o antes de someterlos al tratamiento propuesto por su veterinario”. Esto se debe a que, según Anembe, “los sistemas de cuantificación de los casos no han sido dinámicos y eficaces a pesar de las declaraciones de sospecha efectuadas por los veterinarios de explotación, porque no ha habido información adecuada de la gravedad de esta enfermedad, entre otras razones porque la sintomatología y cuadro lesional ha ido variando a medida que el virus se propagaba del sur al norte de España”, de tal manera que los datos de las encuestas van variando.

LA VACUNA, ÚNICA MEDIDA EFECTIVA

Por último, subrayan que “la única medida de control eficaz sería una vacuna preventiva”. Y, si bien “lo más eficaz sería una vacuna recombinante multiserotipo, su puesta en el mercado llevará años”, por ello, ante esta demora, instan a la Administración "a que dé los pasos oportunos para que se disponga en el menor plazo posible de una vacuna de virus inactivado o atenuado que podrían desarrollar en poco tiempo laboratorios nacionales con la tecnología y el apoyo necesarios”.

"Es necesario mejorar en España la capacidad de respuesta inmediata a la entrada de nuevos virus, en especial los transmitidos por vectores". Y recalcan que “no será posible sin contar debidamente con el sector ganadero y con los veterinarios de explotación, para lo que Anembe ofrece su colaboración y total disposición”.