Desde finales de 2022 al primer trimestre de este año, el sector veterinario y zootecnista creció de forma considerable en México: actualmente 57.600 profesionistas integran este gremio, lo cual es un 40,2 % más respecto al año pasado.
Jalisco fue la entidad con más veterinarios y zootecnistas el año pasado, situación que se transformó en 2023, pues ahora el Estado de México encabeza la lista seguido nuevamente de Jalisco y Ciudad de México, según la plataforma Data México.
En cuanto al aspecto educativo, de acuerdo con el Centro de Investigación en Política Pública (IMCO), hoy en día 43.353 mexicanos estudian Veterinaria, misma que se imparte en 79 universidades del país. Entre las que cuentan con mayor matrícula se encuentran la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Guadalajara (UDG), la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Uno de esos estudiantes es Diego López, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a quien el fallecimiento de una mascota lo impulsó a estudiar Veterinaria. Después se enteró del gran campo laboral que tiene la carrera y "se le agregó una motivación monetaria". "Un buen veterinario le debe de saber a todo, pero me llama mucho la atención la clínica equina y la producción porcina y bovina (carne y leche)", detalla en declaraciones para Diario Veterinario.
Por su parte, María Fernanda García Llano, recién egresada de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), decidió prepararse en Veterinaria porque el área de las ciencias biológicas llamó su atención desde siempre. "Al conocer la carrera a mayor profundidad confirmé este pensamiento e inclusive amplió mi panorama", agregó, además de manifestar que actualmente le gustaría dedicarse a la producción avícola o a la inocuidad alimentaria.
Pero desde los ojos de Alessandra Luna, alumna de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el área de la salud ha sido algo cotidiano para ella, debido a que algunos de sus familiares la ejercen en distintas ramas. "Antes pensaba en entrar a Medicina, pero me di cuenta que la Medicina me gustaba pero en animales. Me gustaría dedicarme a la clínica de pequeñas especies, pues es en lo que estoy más familiarizada, aunque estoy abierta a conocer otras opciones a lo largo de la carrera".
CALIDAD EDUCATIVA
Referente a la educación recibida, los tres estudiantes se encuentran satisfechos, coindicen en que la carrera es bastante extensa y muchos aprendizajes los adquirirán con la experiencia práctica, "ya dentro del mundo laboral".
"El enfoque del actual plan de estudios sí entorpece un poco el aprendizaje en cuanto a las materias", opina García Llano, mientras que Luna considera que "cada uno de los académicos tiene una buena preparación en sus respectivas áreas y aun así buscan mejorar para seguir dándonos una educación de calidad". Añadió que, en la mayoría de las ocasiones, se tiene el tiempo justo para realizar las prácticas y las clases teóricas necesarias a lo largo de cada semestre.
Sobre todas las responsabilidades que implica estudiar Veterinaria, López percibe que las clases durante el día son las suficientes y que "es mucha carga laboral con las cinco materias que llevamos al semestre; si a caso estaría muy bien agregar un poco más de práctica pero fuera de la facultad (ranchos, unidades de investigación, escuelas de equitación), para poder agarrar más experiencia".
Veterinaria es una de las carreras con más salidas profesionales, ya que los veterinarios son versátiles y pueden trabajar en áreas como la salud pública, seguridad alimentaria, bienestar animal, investigación y un largo etcétera.
Si bien, la estudiante de la Facultad de Veterinaria de la UNAM confiesa que, al inicio, la escuela no brinda información. "No hay suficiente difusión acerca de las salidas profesionales que existen en la carrera, normalmente entras con una idea general y conforme avanzas en la licenciatura vas conociendo otras áreas de empleo no tan populares", apunta.
Pero, con base en lo que ella ha aprendido, está enterada de que a grandes rasgos hay dos salidas laborales: la clínica y la zootecnia de cualquier especie de producción.
Para López ha sido lo contrario, pues "los doctores tienen mucha experiencia y recurrentemente nos cuentan de sus anécdotas profesionales y todo el campo laboral que tiene la carrera", lo cual se suma a la feria de empleo típica de su facultad.
Mientras que Luna menciona que conforme se van viendo los tipos de especies y se realizan prácticas en diferentes empresas, "el alumno va conociendo los campos laborales en donde puede desarrollarse".
"La forma que tiene el instituto para ayudarnos en el aspecto laboral al terminar la carrera es el ponernos en contacto con el área en que nos vamos a desarrollar. En el último semestre, que es la práctica integral, se hace en el área que sea de nuestro interés, lo que nos hace tener un entrenamiento mayor y contactos con gente que se dedica a éso", expone la estudiante de la UABC.
SITUACIÓN LABORAL
De acuerdo con su conocimiento sobre la situación laboral de los veterinarios, García Llano ha visto que "es precaria en general, pero principalmente en el área de la clínica (perros y gatos)", ya que no "están bien considerados". "Subestiman nuestra labor ofreciendo salarios muy bajos y exigiendo a su vez muchas horas de trabajo, poco tiempo de descanso, guardias nocturnas, un mal trato, entre otras".
A López le han comentado sus profesores de forma muy clara "que la carrera es muy bien pagada y demandada en el ámbito productivo, pero en pequeñas especies es menos la remuneración económica debido a la alta frecuencia de veterinarios que sólo se dedican a ésta".
A su vez, Luna señala que depende de dónde se desarrollen. "Hay lugares en donde son mejor aceptados y otros donde no son bien calificados, es muy diverso".
No obstante, todos coinciden en que no se arrepienten de haber elegido ser veterinarios. "Como en todo hay momentos de estrés, de malas calificaciones o de exámenes, pero todo es pasajero y me motiva la idea de ser un buen veterinario y el dinero también", expresó el alumno de la Fes Cuautitlán sobre cómo se siente ahora mismo siendo estudiante de esta carrera.
A María Fernanda le gusta porque la licenciatura "es excesivamente completa y existen muchas áreas en las que podemos enfocarnos como profesionales, sin embargo, el mundo laboral es complicado actualmente; así que si regresara al pasado sabiendo esta información, me la pensaría dos veces antes de estudiarla", reflexiona.
ENFOQUE ONE HEALTH
A lo largo de su preparación, a López le han enseñado que los veterinarios "estudiamos/trabajamos para el ser humano, llevar productos de buena calidad y hacer un buen trabajo al momento de dar consultas porque, pues, los animales no te van a pagar, entonces es indispensable que dentro de todo lo que conlleva la profesión seas conciente que van a haber otras carreras involucradas para lograr que todos tengamos esa Sola Salud".
García Llano compartió que en el transcurso de la licenciatura no realizan ninguna actividad en conjunto con otras carreras, sinergia con la que sería posible poner en práctica este concepto entre los estudiantes. "Únicamente vemos el concepto One Health a nivel teórico para aplicarlo en la vida profesional si se llega a dar el caso".
Como conclusión, para el estudiante de la Fes Cuautitlán ha sido frustrante el hecho de que "la mayoría de la gente, al momento de decir que estudias esta carrera, se cierran a la idea de que lo haces porque no te alcanzo para Medicina Humana, que solamente existe el área de pequeñas especies y te pagan bien por bañar perros; que es más fácil que los médicos humanos porque trabajas únicamente con animales".
"Cuando la realidad es que aportamos mucho dentro de la vida cotidiana de cualquier persona, porque a final de cuentas podemos centrarnos en una de las necesidades fundamentales de un individuo (humano) y es la alimentación. Para que a la mesa lleguen productos de origen animal de buena calidad, atrás hubo un proceso de crianza, de formulación de dietas, de desparasitación, vacunación, control de calidad, engorda y muchas más cosas que nosotros como veterinarios tenemos", subrayó el estudiante.
Finalmente, la alumna también de la UNAM considera importante que la sociedad mexicana comprenda que el profesionista en Medicina Veterinaria y Zootecnia "es un pilar en el funcionamiento del país y se encuentra dentro de muchos ámbitos laborales que son claves para su bienestar. El MVZ se encarga de proveer alimentos de origen animal, verifica que sean buenos para la salud y de calidad. Está a cargo de verificar que no entren enfermedades exóticas al país, es decir, al final participa en procurar tanto la salud humana como la salud de los animales".