Ante el inicio de la temporada otoño-invernal, que conlleva la migración de aves provenientes de Estados Unidos y Canadá hacia el centro y sur del continente americano, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural exhortó a los productores avícolas a reforzar las medidas de bioseguridad en sus granjas y unidades de traspatio y notificar inmediatamente a la autoridad sanitaria cualquier anomalía que observen en sus animales.
Derivado de las labores de vigilancia epidemiológica que opera el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) en las 32 entidades federativas, médicos especialistas de la Dirección General de Salud Animal (DGSA) confirmaron, en los humedales de Tototlán, Jalisco, un ave migratoria que dio positivo al virus de influenza aviar (IA) AH5N1.
La especie portadora es un pato conocido como cerceta de ala verde, de la especie Anas crecca, que al momento de su captura se encontraba clínicamente sano.
La dirección de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades de los Animales (CPA) de la DGSA resaltó que hasta el momento no se reporta mortalidad de aves silvestres ni en aves de traspatio en la región del hallazgo.
El organismo de Agricultura emitió un comunicado a los productores avícolas de la región para notificar el primer caso de IA en los laboratorios oficiales del Senasica, por la prueba de RT-PCR.
La DGSA subrayó que los patos y los gansos migratorios no visitan las granjas avícolas, sin embargo, en los humedales en donde pernoctan para alimentarse y descansar pueden convivir con otras aves residentes que pueden contagiarse y visitar las granjas avícolas que no tienen medidas de protección contra ellas, como son las mallas pajareras.
REFORZAR LAS MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD
De acuerdo con datos oficiales del organismo de Agricultura, alrededor del 19 % de las granjas en el país no cuenta con medidas optimas de bioseguridad, porque tienen puertas abiertas, agujeros en techos y cualquier resquicio por el que pueden ingresar aves silvestres al interior de una caseta que alberga a las que están en producción.
Para su personal, este tipo de unidades deben implementar como mínimo: baños obligatorios con cambio de ropa para ingresar a las granjas, reforzar las mallas pajareras y mantener las puertas cerradas, con el fin de evitar el ingreso de aves residentes que pueden estar infectadas, como los zanates y gorriones.
El Senasica recordó a los avicultores que todas las granjas comerciales deben tener bajo contrato a un veterinario responsable autorizado (MVRA) en unidades de producción de aves, para que verifique el cumplimiento de las disposiciones oficiales de sanidad animal y para avisar a la CPA, de manera inmediata, cualquier incremento en la mortalidad de aves o baja en la producción de huevo.
La DGSA reiteró que en este momento la vacunación de emergencia contra el virus AH5N1 no es una opción autorizada, hasta que el Senasica culmine con los estudios de aislamiento del virus en embrión de pollo, el índice de patogenicidad intravenoso, la secuenciación genómica y pruebas de desafío en aves inmunizadas, aunado a estudios de análisis de riesgo que definirán la imagen epidemiológica, a partir de la cual se determinarán las medidas conducentes que, de ser necesario, incluiría la vacunación estratégica en áreas de alto riesgo.
Este hallazgo no representa un brote de la enfermedad ni afecta el estatus de país libre. Se trata de un caso ecológico, ya que, de acuerdo con los lineamientos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), sólo considera la notificación obligatoria de casos confirmados en unidades de producción, sin embargo, debe ser considerado como una alerta a los avicultores.
El virus de IA AH5N1 fue erradicado de México durante la temporada invernal pasada, a través del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa), que estableció estrictas medidas para su control y eliminación, con acciones que consideraron el sacrificio de alrededor de 5.5 millones de aves para proteger a la parvada nacional.
De acuerdo con la Unión Nacional de Avicultores, la producción avícola de México tiene un valor superior a 198 mil millones de pesos, resultado de la manufactura de 6.7 millones de toneladas de productos avícolas anuales, por lo que el costo beneficio de las acciones del Dinesa para la erradicación significaron el 0.33 por ciento respecto al valor de la producción avícola nacional, sin afectaciones en el precio del huevo y el del pollo para el consumidor.
Las autoridades insisten en que la bioseguridad es la mejor protección contra la influenza aviar, y es una obligación del avicultor proteger sus parvadas.