El calicivirus felino (FCV), junto con el herpesvirus felino (FHV) y Chlamydia felis, son agentes infecciosos orales comunes y altamente contagiosos en los gatos, y la principal causa de enfermedades del tracto respiratorio superior en los gatos. Sin embargo, se sabe poco sobre su aparición en la población de gatos domésticos y los factores de riesgo de su transmisión oral.
Un estudio recientemente publicado evaluó la prevalencia y los factores de riesgo de patógenos respiratorios comunes en gatos, utilizando hisopos bucales recolectados de 430 gatos inscritos.
Se detectaron los tres principales patógenos del tracto respiratorio superior en los gatos muestreados, con un 13,3 % de gatos positivos para FCV, un 2,1 % positivos para FHV y un 1,2 % positivos para C. felis. La prevalencia de cada patógeno fue menor que en estudios anteriores, lo que podría ser un reflejo más representativo de la población de gatos estudiada (una población general de gatos domésticos predominantemente en etapa de vida juvenil).
Los gatos de raza pura tenían una mayor probabilidad de portar FCV en comparación con los gatos cruzados, al igual que los gatos con signos clínicos actuales o históricos de enfermedad del tracto respiratorio superior. También se descubrió que los animales enteros a los 12 meses y vivir en un hogar con varios gatos eran factores de riesgo para FCV.
Según han explicado los autores, “este estudio respalda la necesidad actual de vacunar a los gatos contra estos agentes altamente transmisibles. También es necesario tener en cuenta la prevalencia de la población de fondo al investigar y tratar gatos con enfermedades de las vías respiratorias superiores; por ejemplo, el calicivirus será el principal sospechoso, pero descubrirlo podría no ser un diagnóstico definitivo”.
Por otra parte, la mayoría de los gatos con FHV o C. felis también dieron positivo para FCV. Por lo tanto, apuntan que los veterinarios también deben evaluar el FCV en cualquier gato que se sospeche que tiene una infección por C. felis o FHV basándose en los signos clínicos (p. ej., conjuntivitis o úlceras). Cuando es necesario hospitalizar a los gatos, “es vital utilizar desinfectantes que tengan actividad contra el FCV, especialmente en gatos con antecedentes de enfermedad del tracto respiratorio superior”.