La inflamación del oído u otitis es una de las condiciones más frecuentes entre los perros. Este proceso patológico puede ser originado por una gran variedad de causas. Asimismo, la presencia de factores predisponentes, como puede ser la alergia, pueden incrementar su incidencia. Bacterias, levaduras, parásitos, o incluso cuerpos extraños, pueden estar detrás de esta enfermedad.
En este sentido, los cuerpos extraños son una de las causas que mayores complicaciones pueden causar en el trascurso de la otitis, incluidas perforaciones timpánicas.
Recientemente, un grupo de veterinarios en el Reino Unido ha publicado un caso de una anómala complicación derivada de una otitis en un perro.
Un perro de la raza bichón maltés de 3 años presentó a consulta con signos vestibulares que empeoraron después de que le extrajeron una semilla de gramínea del canal auditivo externo derecho. El examen neurológico sugería una lesión del tronco del encéfalo.
Se realizó resonancia magnética de cabeza y los hallazgos fueron compatibles con meningoencefalitis infecciosa y neumoencéfalo otogénico secundario a extensión intracraneal de otitis media derecha.
Un cultivo del derrame del oído medio derecho reveló la presencia de Staphylococcus epidermidis. A pesar del tratamiento, el perro fue sacrificado bajo anestesia general debido al empeoramiento de los parámetros cardiovasculares y respiratorios.
Ante este curioso caso, los autores comentan que “se ha descrito neumoencéfalo en perros secundario a cirugía, traumatismo, meningocele y meningoencefalocele, pero hasta donde sabemos, este es el primer informe de caso que describe neumocéfalo otogénico en un perro”.