La OMS renueva un centro español como referente mundial en enfermedades parasitarias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha renovado la designación de la Unidad de Parasitología Sanitaria de la Facultad de Farmacia como centro de referencia mundial para el tratamiento de enfermedades parasitarias, especialmente la fascioliasis y helmintos zoonósicos. El equipo de la Universitat de Valencia (UV), que cuenta con las designaciones de la OMS y de la FAO desde 2011 y 2013, respectivamente, es la única institución de toda España con dos centros de referencia de Naciones Unidas.

La Unidad designada está dirigida por el catedrático de Parasitología de la UV Santiago Mas-Coma y las catedráticas María Dolores Bargues y María Adela Valero son sus vicedirectoras. Actualmente, el equipo atiende requerimientos de diversos países de Latinoamèrica, esencialmente los países andinos; también África, sobre todo países mediterráneos y del Sahel; y Asia, desde Pakistán y el Sur del continente hasta Vietnam y Filipinas. Los medios para desarrollar su labor son aquellos proporcionados por la Universitat de Valencia. El equipo, además, consigue periódicamente financiación de proyectos en convocatorias nacionales e internacionales.

“Esta nueva designación premia el permanente esfuerzo de investigación, colaboraciones con los más variados países, y una gran responsabilidad y trabajo de transferencia de conocimientos”, destaca Mas-Coma, quien considera que se ha valorado “nuestra capacidad de trabajar tanto en campo como en el laboratorio, nuestro enfoque multidisciplinar de las enfermedades y el coordinar una muy amplia red de centros en países de todos los continentes. Hoy tenemos gracias a esta red una muy rápida capacidad de respuesta sea donde sea que se origine un problema de salud o epidemia”, apunta el experto.

María Dolores Bargues, por su parte, explica: “En el equipo todos colaboramos e interactuamos con todos, si bien a mí me toca sobre todo dirigir las investigaciones de caracterización de agentes infecciosos y de vectores mediante Biología Molecular. Después de tantos años, contamos con una muy amplia base de datos que nos permite identificaciones en muy poco tiempo”.

María Adela Valero, que dirige en los campos de fenotipaje, patogenicidad e inmunología, apunta que las líneas que coordina “plantean la dificultad de la transferencia de los resultados de nuestras investigaciones a centros de salud que lógicamente no están formados en nuestras metodologías punteras en investigación, y ello nos lleva a hacer esfuerzos en producir herramientas adicionales que puedan ser utilizadas por responsables en salud en las zonas de endemia de países en vías de desarrollo”.

Los nuevos retos originados por las enfermedades infecciosas a los que se enfrenta el mundo son hoy en día más que evidentes. Los efectos del cambio climático y los impactos del llamado cambio global están conduciendo a modificaciones en las prevalencias, intensidades y distribución geográfica de estas enfermedades. Las epidemias se extienden actualmente con mucha más rapidez como consecuencia de los mayores y más rápidos medios de transporte para humanos, pero también para animales y vegetales. En muy poco tiempo, una epidemia local presenta el riesgo de convertirse en una pandemia global.

Estas nuevas situaciones obligan a las agencias de Naciones Unidas que son responsables en el control de estas enfermedades a nivel internacional a estrechar lazos de colaboración efectiva y permanente con grupos de investigación de alta capacidad y prestigio reconocidos. La OMS cuenta en su organigrama con sus centros de referencia para enfermedades humanas y animales, elegidos por periodos de cuatro años y cuya actividad es evaluada anualmente por paneles de expertos internos y externos. Únicamente cuando el cómputo del período cuatrienal ha sido evaluado positivamente y consideran que es necesario seguir contando con la ayuda del centro se procede a elevar la redesignación por un nuevo subsiguiente periodo.