La brucelosis es una enfermedad causada por miembros de la familia bacteriana Brucella, que infecta principalmente al ganado vacuno, caprino y ovino, provocando, entre otros síntomas, abortos, lo que ha causado miles de millones de euros en pérdidas económicas a los productores ganaderos de todo el mundo. La enfermedad también puede pasar de los animales a los humanos, principalmente mediante el consumo de productos lácteos no pasteurizados o la inhalación de esporas de los tejidos de animales infectados.
Si bien la enfermedad puede causar artritis, inflamación del corazón y síntomas similares a los de la gripe en humanos, las bacterias también pueden ingresar al cerebro y causar neurobrucelosis, lo que puede provocar complicaciones neurológicas a largo plazo, dolores de cabeza, náuseas, desorientación e hinchazón del cerebro. y a veces la muerte.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Missouri ha destacado el poder protector tanto de las células linfoides innatas como de las proteínas de señalización específicas, conocidas como interferones, para reducir los efectos neurológicos nocivos de Brucella.
El estudio utilizó un modelo de ratón, y podría conducir potencialmente a mejoras futuras en la forma en que se diagnostica y trata la enfermedad.
"En todo el mundo, es una de las infecciones bacterianas más comunes que salta de los animales a los humanos, y se estima que afecta a más de 10 millones de personas cada año, principalmente en las regiones de Medio Oriente y el Mediterráneo", comentan los autores.
Esta investigación puede potencialmente mejorar el trabajo de otros investigadores al comprender mejor cómo la enfermedad afecta al cerebro. Dado el nuevo conocimiento del papel protector crítico que desempeñan las células linfoides innatas y los interferones, el estudio podría conducir a intervenciones terapéuticas más específicas para humanos en todo el mundo que padecen neurobrucelosis o enfoques de diagnóstico más específicos para identificar la enfermedad antes de que aparezcan o empeoren los síntomas neurológicos.
"Este hallazgo mejorará la salud tanto de los animales como de los humanos ", celebran los autores. “En el futuro, estos modelos podrán emplearse para investigar múltiples aspectos de la neurobrucelosis, como la invasión del cerebro por Brucella, o terapias para el tratamiento de las complicaciones neurológicas de la brucelosis”.