Con motivo del Día Internacional del Lobo, que se celebró este domingo 13 de agosto, las autoridades de la Ciudad de México reiteraron el compromiso de apoyar la conservación de especies en peligro de extinción a través de diversas herramientas como este banco de recursos genómicos en el que se preservan muestras congeladas de esta subespecie de lobo en peligro de extinción. Este banco que resguarda los recursos genéticos de diversas especies silvestres amenazadas o en peligro de extinción se ubica en el Centro de Conservación de la Fauna Silvestre de Chapultepec.
El banco de recursos genómicos, conocido también como “El zoológico congelado", es uno de los primeros en su tipo entre los zoológicos de Latinoamérica y es el más grande a nivel nacional, ya que cuenta con más de 2.400 muestras de tejidos, extracciones de ADN, gametos (espermatozoides y tejido ovárico) provenientes de 85 especies diferentes.
A nivel mundial, los zoológicos han fungido como una estrategia de conservación y sobrevivencia para muchas especies, algunas casi extintas, como el lobo mexicano, especie que históricamente ha estado expuesta a múltiples amenazas principalmente aquellas relacionadas con actividades humanas como la cacería y la pérdida y fragmentación del hábitat.
Como parte del Programa Binacional México-Estados Unidos para la Recuperación del Lobo Mexicano en los Centros de Conservación de la Fauna Silvestre de Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes se ha registrado el nacimiento de 190 crías en 43 camadas de lobo mexicano. En el Centro de Conservación de San Juan de Aragón han nacido 124 crías en 30 camadas; 38 crías en ocho camadas en el Centro de Conservación de Chapultepec y 28 crías en cinco camadas en el Centro de Conservación de Los Coyotes.
La reproducción del lobo mexicano en estos centros de consumo representa un elemento clave para la recuperación de esta especie nativa de México que, aunque todavía está clasificada en peligro de extinción, se encuentra en vías de recuperación gracias a los esfuerzos realizados y a la colaboración entre instituciones y entre dos naciones, México y los EEUU.
En las últimas décadas, el 25 % de las especies de vertebrados silvestres en las que se ha logrado mejorar su situación y se han alejado de la extinción, ha sido gracias a la labor que realizan los centros de conservación alrededor del mundo, incluyendo precisamente al lobo mexicano.