El adorado gato naranja Phineas, propiedad de dos investigadores de Sídney, está creando conciencia a nivel mundial sobre los trastornos neurológicos gracias a su aparición en las redes sociales.
El tambaleo icónico de Phineas es causado por hipoplasia cerebelosa, una condición que afecta su coordinación y equilibrio. Sus propietarios, los doctores Daria y Collin Anderson, investigan la epilepsia, los trastornos del cerebelo, la enfermedad de Parkinson y el síndrome de Tourette.
La investigación de los Anderson se centra en las condiciones humanas y vivir con Phineas ha ayudado a moldear la forma en que piensan sobre el cerebelo. Se ha convertido en una parte divertida de sus lecciones cuando dan conferencias sobre el movimiento y el cerebelo, y a través de las redes sociales se ha convertido en una fuente de inspiración para las personas que viven con trastornos neurológicos raros.
La forma en que Phineas llegó a la vida de los investigadores, fue una noche, mientras navegaban por las redes sociales, que la pareja se topó con una cautivadora historia de una gata callejera y sus gatitos.
"Entre la camada, dos gatitos no lograron alcanzar sus hitos de desarrollo y fueron diagnosticados con hipoplasia cerebelosa, también conocida como síndrome del 'gato tambaleante', una condición similar a los trastornos que estudiamos en humanos", comentaba Daria.
"Estábamos tan cautivados por su difícil situación y pensamos que realmente podríamos usar nuestra propia experiencia en trastornos neurológicos para ayudar a uno de estos gatitos, así que decidimos adoptar al enano de la camada”.
Durante dos años, Daria y Collin comenzaron a hacer una crónica de la vida de Phineas en Instagram. Su humilde cuenta saltó a la fama en 2018, acumulando de repente 100.000 seguidores en un mes después de que publicaron un video de Phineas tambaleándose hacia su cena con sus típicos maullidos emocionados.
SIMILITUDES CON TRASTORNOS CEREBELOSOS HUMANOS
La condición de Phineas comparte muchas similitudes con los trastornos cerebelosos en humanos. Uno de esos trastornos que afectan al cerebelo es el síndrome de Christianson, un trastorno raro pero grave que afecta aproximadamente a 1 de cada 100 000 personas. Se presenta en la infancia con síntomas que incluyen discapacidad intelectual, convulsiones, problemas del habla y problemas de equilibrio y coordinación; este último refleja los propios desafíos de Phineas. Uno de los proyectos de investigación activos más grandes de Collin gira en torno al desarrollo de una terapia génica para tratar el síndrome de Christianson.
“He estado trabajando en el Síndrome de Christianson durante los últimos años, lo cual ha sido una experiencia increíble”, expresaba Collin. "Dado que es un trastorno raro, la comunidad de investigación es pequeña y hay muchas oportunidades para interactuar con los grupos de apoyo del Síndrome de Christianson. Ha sido muy motivador conocer familias con niños y hombres jóvenes con el Síndrome de Christianson, y mi vida con Phin me ha ayudado a hacer conexiones más fuertes con ellos”.
Hoy en día, la popularidad de Phineas sigue aumentando, pero los Anderson siguen comprometidos con un propósito superior. Al diferenciarse de los típicos influencers de las redes sociales, han optado por no sacar provecho de la fama de su gato a través de anuncios o merchandising, rechazando múltiples ofertas comerciales. Todas las ganancias de su cuenta se han donado a varias organizaciones benéficas médicas y de animales, alcanzando un total de alrededor de 38,000 dólares, y la Asociación del Síndrome de Christianson es uno de los destinatarios.
“Usamos estas cuentas para abogar por la aceptación de individuos y animales con características no neurotípicas, y alentamos la adopción de mascotas con necesidades especiales”, expone Daria. “Phineas también ha ayudado a despertar el interés público en la neurociencia. Usamos la cuenta de Phin para hacer videos cortos sobre neurociencia para el público en general. Hablamos sobre el cerebelo y varios trastornos neurológicos, y ha sido increíble tener la oportunidad de llevar nuestra pasión por la educación en neurociencia fuera del aula y a los teléfonos inteligentes de millones de personas en todo el mundo”.