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Las principales piezas afectadas por reabsorción dental en gatos son los premolares y molares
EDICIÓN

Las principales piezas afectadas por reabsorción dental en gatos son los premolares y molares

También hubo una correlación entre la edad de los animales y el número de dientes faltantes, el número de dientes afectados y el mayor grado de lesiones
Dientes gato
La investigación incluyó un análisis retrospectivo de 174 gatos diagnosticados con reabsorción dental.

Las enfermedades orales felinas se consideran un tema importante en la medicina veterinaria. Las enfermedades más frecuentes en ese grupo incluyen: reabsorción dental (TR, por sus siglas en inglés), estomatitis linfoplasmocítica (eosinofílica) y periodontitis.


La reabsorción dental se describió por primera vez en gatos en 1920. La primera evidencia de una enfermedad similar a la TR proviene de descripciones paleopatológicas de gatos que vivieron hace 800 años. Sin embargo, los hallazgos paleopatológicos son raros, lo que sugiere que la TR es más un problema moderno.


En las décadas de 1950 y 1960, se pensó que la enfermedad estaba relacionada con la caries, y no fue hasta la década de 1970 que se determinó de manera inequívoca que los cambios no involucraban caries, sino reabsorción. La reabsorción dental también se ha descrito en felinos salvajes.


Debido a que la TR puede ir acompañada de pérdida de apetito y desarrollo de caquexia, un diagnóstico rápido y adecuado, así como un tratamiento eficaz, son cruciales para el bienestar del animal.


La enfermedad se caracteriza por una reabsorción en la capa de cemento o en la superficie cubierta por el esmalte del diente causada por células polinucleares llamadas odontoclastos. Las lesiones se desarrollan inicialmente en las estructuras del ligamento dentario y el cemento. Como resultado de la pérdida de sustancia radicular, la destrucción del diente altera la estabilidad de la corona provocando su fractura. Según el examen clínico y la radiografía, se han distinguido cinco etapas de la enfermedad en función del grado de gravedad.


TEORÍAS SOBRE LA ETIOLOGÍA


La etiología de la enfermedad no se comprende completamente, aunque se han formado muchas teorías para explicar este fenómeno. Los factores que se están considerando involucran: la domesticación del gato (que influye en los programas de nutrición, vacunación y castración), así como los agentes infecciosos y la inflamación crónica asociada con la acumulación de placa. No se puede descartar la contribución de factores anatómicos relacionados con la estructura específica de los dientes felinos.


Igualmente, es posible que la dieta felina desempeñe un papel en la etiología de la reabsorción dental. Los gatos con TR muestran una gravedad específica de la orina significativamente más alta y una concentración sérica de 25-hidroxivitamina D3 (25(OH)D3) más alta que los gatos sin la enfermedad, lo que confirma que la actividad de los odontoclastos es el resultado no solo de cambios locales sino también trastornos sistémicos.


Dado que los alimentos son la única fuente de vitamina D en los gatos, el factor dietético es decisivo para alcanzar el nivel de 25(OH)D3 en el suero sanguíneo. Teniendo en cuenta las hipótesis mencionadas anteriormente, no se puede descartar que el proceso de domesticación y los cambios resultantes en la dieta felina jueguen un papel importante en la aparición de TR. No obstante, encontrar la enfermedad en gatos salvajes arroja dudas sobre esta teoría.


El papel de las infecciones virales en el curso de la enfermedad es poco conocido. Algunos investigadores describen la influencia de virus, como el calicivirus, en el desarrollo de TR. Igualmente, también se cree que la periodontitis crónica influye en el desarrollo de lesiones odontoclásticas. La acumulación de placa dental puede causar inflamación del tejido dental que da como resultado una respuesta inmune local y la liberación de mediadores inflamatorios y toxinas bacterianas, que juegan un papel importante tanto en la estimulación del proceso inflamatorio como en la diferenciación e infiltración de las células clásticas.


La estructura específica de los dientes de los gatos también puede contribuir a la aparición de TR. También se cree que las fuerzas mecánicas de mordida pueden contribuir a la progresión de la reabsorción dental. No obstante, la enfermedad también puede afectar a los dientes que no están sujetos a estas fuerzas.


LESIONES EN LAS CUATRO ARCADAS DENTARIAS


Con el fin de explorar diversos aspectos relacionados con la reabsorción dental felina, un equipo de investigadores ha realizado un estudio en Polonia. Su objetivo fue analizar la gravedad de la enfermedad en los animales afectados según el examen radiográfico y la relación entre la gravedad de la enfermedad y los signos clínicos observados por los propietarios y durante el examen clínico.


La investigación incluyó un análisis retrospectivo de 174 gatos diagnosticados con reabsorción dental. El grupo estaba compuesto por un 58 % de machos y un 42 % de hembras con edades comprendidas entre los 18 meses y los 18 años.


El examen radiográfico de los gatos afectados reveló lesiones en 1613 dientes, inclusive. El proceso patológico estuvo presente en todos los tipos de dientes (desde incisivos hasta molares) y en todos los grados de avance de la enfermedad.


Los gatos examinados mostraron lesiones de reabsorción de 1 a 28 dientes. Las lesiones se observaron en una (5,2 %), dos (13,8 %), tres (20,7 %) o incluso cuatro (60,3 %) arcadas dentarias. Asimismo, los trastornos relacionados con la reabsorción se encontraron principalmente en los terceros y cuartos premolares superiores y molares mandibulares.


Además, faltaban un total de 756 dientes en los animales examinados con un valor medio de 3 por animal y un valor máximo de 20 en un animal.


SIN INFLUJO DEL SEXO Y LA RAZA


Hubo una correlación entre la edad de los animales y el número de dientes faltantes, el número de dientes afectados y el mayor grado de lesiones. En cuanto al sexo y la raza de los animales, no hubo diferencias significativas.


Se notó disminución del apetito en el 21,3 % de los gatos, presencia de gingivitis en el 51,1 %, y placa dental en el 38,5 %.  Aparte de la gingivitis, no se observaron otros signos de inflamación. No hubo diferencias en el número de dientes afectados ni en el número de arcadas dentarias afectadas en función de la presencia de síntomas clínicos.


Ante estos datos, el estudio muestra que la reabsorción dental felina “es un problema común en la odontología felina”, y debe “tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial en todos los casos de gatos con trastorno del apetito, signos de dolor oral, gingivitis y placa dental, independientemente de la edad del animal”.


Por otro lado, los autores consideran “esencial” la realización de “un examen radiográfico intraoral para confirmar la enfermedad en casos ambiguos con síntomas clínicos inespecíficos”.

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