La prevalencia de L. interrogans en perros de Latinoamérica es drásticamente mayor que otras especies

La leptospirosis es una zoonosis desatendida causada por bacterias del género Leptospira, y afecta a animales domésticos y salvajes, así como a humanos. El ciclo de vida de las leptospiras es complejo e incluye el entorno natural, los reservorios asintomáticos y los huéspedes susceptibles. Debido a la gran variedad de cepas, las leptospiras pueden infectar una amplia gama de especies animales y provocar una enfermedad potencialmente letal.

En cuanto a la infección humana, infecta a más de 1 millón de personas y es responsable de unas 60.000 muertes al año en todo el mundo. La leptospirosis humana tiene diversas manifestaciones clínicas, que van desde una enfermedad febril aguda leve y autolimitada hasta una afección grave y potencialmente mortal con disfunción multiorgánica. En áreas urbanas, la transmisión está directamente asociada a la proximidad con poblaciones de roedores, como ratas o ratones.

La transmisión ocurre por contacto directo con animales infectados, o con agua o suelo contaminado con leptospiras (excretadas en la orina de animales infectados) a través de la penetración a través de cortes o abrasiones en la piel y membranas mucosas externas como la oral, conjuntiva, respiratoria y genitourinario.

PAPEL DEL PERRO EN LA LEPTOSPIROSIS

Los perros han sido reconocidos como huéspedes de leptospiras patógenas desde 1931. Actualmente, la leptospirosis canina se ha informado en todo el mundo. Los perros son muy susceptibles a la infección por leptospiras, que pueden mantenerse en los riñones y eliminarse a través de la orina y otros fluidos corporales, lo que aclara su importante papel como fuente de infección para humanos.

Las manifestaciones clínicas en perros van desde infecciones crónicas y asintomáticas hasta enfermedades agudas y graves. La afectación renal varía de insuficiencia renal aguda a crónica y puede caracterizarse por poliuria, con o sin azotemia, o incluso oliguria y anuria.

Los animales infectados arrojan leptospiras al medio ambiente, lo que promueve la exposición de otros mamíferos. Debido a los humanos, los perros infectados juegan un papel importante en el enfoque One Health de la enfermedad.

En este sentido, el impacto real de la infección por leptospira canina y su transmisión a los humanos es poco conocida. No obstante, los informes muestran que la leptospirosis es endémica en áreas tropicales, como los países de Latinoamérica.  

La mayoría de los estudios sobre la infección por leptospiras realizadas en perros en estos países se basan en pruebas de serodiagnóstico. Si bien es útil para un diagnóstico general, presenta importantes limitaciones y no es adecuado para un diagnóstico individual, ya que los resultados serológicos y moleculares suelen ser discrepantes y muchos animales infectados pueden presentar seronegatividad.

Por ello, un equipo de investigadores ha realizado un estudio con el objetivo de analizar la diversidad genética y los patrones de circulación de leptospiras patógenas que infectan perros en Latinoamérica.

L. INTERROGANS PREVALECE SOBRE OTRAS ESPECIES DE LEPTOSPIRAS

Después de una cuidadosa búsqueda en la plataforma GenBank, se encontraron un total de 148 secuencias según los criterios de inclusión adoptados (especies patógenas de Leptospira que infectan a perros de Latinoamérica).

La mayor parte de la información pertenecía a estudios brasileños (81,8 %). Sin embargo, “este resultado no refleja que Brasil tenga una mayor incidencia de leptospirosis canina que los demás”, explican los autores. La gran cantidad de secuencias depositadas de perros brasileños “es muy probablemente un espejo del esfuerzo de investigación en este campo. Por lo tanto, el estudio de la leptospirosis canina debe realizarse de forma extensiva en otros países”.

En cuanto a las especies de leptospira, los investigadores descubrieron que la prevalencia de L. interrogans en perros fue drásticamente mayor que otras especies de leptospiras, tal como se observó en humanos y ratas. L. noguchii y L. santarosai, aunque menos frecuentes que L. interrogans, también se encontraron.

En Brasil, se recuperó una cepa de L. noguchii serogrupo Australis del tejido renal de un perro callejero macho sintomático, y dos muestras de orina de perros asintomáticos se identificaron como L. noguchii mediante PCR. En Colombia, L. santarosai fue identificado por PCR en la orina de un perro no vacunado.

Así, la presencia de especies patógenas de Leptospira distintas de L. interrogans, aunque no es común, no puede pasarse por alto, ya que pueden actuar como patógenos emergentes para los perros. Además, L. noguchii y L. santarosai también se han informado en otros huéspedes animales en América del Sur, como rumiantes, zarigüeyas, comadrejas y armadillos.

En resumen, “en este artículo describimos la epidemiología molecular de las leptospiras que circulan entre los perros en Lationamérica y demostramos un grupo genéticamente muy homogéneo, con predominio de un haplogrupo más grande que incluye secuencias idénticas a L. interrogans, aclarando su patrón de circulación ubicuo y alertando sobre el papel importante de los perros en la dinámica de transmisión de la leptospirosis en base al One Health”.

LEPTOSPIROSIS, EJEMPLO CLARO DE LA IMPORTANCIA DEL ONE HEALTH

La leptospirosis, como una de las infecciones bacterianas zoonóticas más comunes en todo el mundo, “abarca todos los aspectos del enfoque One Health”, ya que “su comprensión implica un conocimiento profundo de los procesos de transmisión, los animales reservorios involucrados, las fuentes ambientales de infección, las condiciones climáticas que afectan la transmisión y los efectos de las actividades humanas”, sentencian.

“Los hallazgos del presente estudio revelan que las cepas obtenidas de perros en América Latina son esencialmente las mismas que determinan enfermedades graves en humanos y circulan en otras especies domésticas y silvestres, lo que merece una especial atención”, indican.

Específicamente en el caso de perros y humanos, “ambas especies comparten el mismo entorno y aspectos epidemiológicos, lo que refuerza el papel de la necesidad de un enfoque de One Health para reducir los casos tanto en animales como en humanos de forma simultánea”.

En este sentido, la relación entre el perro y el hombre los convierte en “especies interdependientes, particularmente en entornos urbanos donde comparten las mismas condiciones sanitarias y están expuestos a la misma población de roedores”, por lo que “no es posible plantearse el estudio o la comprensión y el control de la leptospirosis sin considerar un enfoque amplio de la misma”, concluyen.