Durante el parto, las tasas de mortalidad de los perros pueden alcanzar hasta el 40 %. Por esta razón, estas altas tasas preocupan a los dueños y criadores de perros, ya que uno de cada diez cachorros puede morir antes de los 60 días de edad. La muerte perinatal puede ocurrir antes del parto cuando el feto se está formando en el útero, durante la expulsión, inmediatamente después del nacimiento o durante las primeras semanas de vida, especialmente en los primeros siete días, pero durante el parto es cuando ocurre la mayoría de los mortinatos.
Un factor observado que afecta negativamente la adaptación de los recién nacidos a la vida extrauterina es la asfixia, afectando tanto su vitalidad como su viabilidad. Esto, a su vez, puede retrasar que el recién nacido llegue al pezón de la madre.
El intercambio gaseoso podría verse alterado si estas condiciones continúan, disminuyendo las tasas de respiración y generando acidosis metabólica en los recién nacidos. Afortunadamente, los gases en sangre se pueden evaluar a través del cordón umbilical en otras especies, como los humanos. Por lo tanto, la gasometría es actualmente una herramienta importante para evaluar el estado de salud de los recién nacidos.
En pequeños animales, la evaluación de los parámetros sanguíneos umbilicales es limitada. Sin embargo, es una técnica que se ha aplicado a lechones recién nacidos para evaluar concentraciones de pH, presión parcial de oxígeno, presión parcial de dióxido de carbono, glucosa, lactato, hematocrito, sodio, potasio y calcio ionizado.
El riesgo de mortalidad neonatal también incluye la proporción de cachorros nacidos vivos frente a los nacidos muertos y su viabilidad, siendo la hipoxia un factor determinante que puede alterar el perfil sanguíneo de un recién nacido.
Por otro lado, la tinción de meconio de la piel al nacer y la aspiración de meconio reflejan procesos de distocia con hipoxia intrauterina severa. Los recién nacidos expuestos a la aspiración de meconio desarrollan el síndrome de aspiración de meconio (SAM). El SAM aumenta la mortalidad neonatal por hipoxemia, acidosis, dificultad respiratoria y edema pulmonar debido a los mediadores proinflamatorios contenidos en el meconio.
Se ha informado que SAM ocurre en diversas especies; por ejemplo, en cachorros, la mortalidad notificada por SAM puede llegar al 1-3 %.
En consecuencia, un estudio realizado en México por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), UAM Unidad Xochimilco, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), el Instituto Nacional de Rehabilitación-Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INR-LGII) y la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tuvo como objetivo evaluar el efecto del peso al nacer sobre las variables del perfil sanguíneo, la vitalidad de los cachorros recién nacidos y el grado de tinción de meconio, integrando los tres aspectos. Los autores presumieron que los recién nacidos más grandes tendrían puntajes de vitalidad más bajos, alteraciones significativas del perfil sanguíneo y más casos de tinción de meconio que los cachorros más pequeños.
Se realizó el trabajo sobre 435 cachorros de 85 perras cercanas al parto y se dividieron en cuatro cuartiles según el peso al nacer del cachorro: Q 1 (127–200 g) n = 110 cachorros, Q 2 (201–269 g) n = 108 cachorros, Q 3 (270–388 g) n = 108 cachorros, y Q 4(389–464 g) n = 109 cachorros.
Los científicos apuntaron que los cachorros nacidos libres de meconio en la piel no presentaban tinción, se consideró grado leve cuando el cuerpo estaba cubierto menos del 30 % de su superficie, grado moderado entre el 30 y el 60 %, y grado severo cuando su cuerpo estaba cubierto en más del 60 %.
VITALIDAD IGUALADA A LOS 60 MINUTOS DEL NACIMIENTO
Los autores observaron que el peso de los recién nacidos se correlacionó con el grado de meconio, presentándose más casos de meconio severo en los cachorros del grupo de mayor peso al nacer. Además, se correlacionó el peso de los recién nacidos con las alteraciones en las variables sanguíneas, observándose los casos más severos de acidosis metabólica, hipoxia, hipoglucemia y mayor mortinatalidad en los cachorros del cuartil Q 4.
Por el contrario, no se encontraron correlaciones estadísticamente significativas entre el peso de los recién nacidos y la vitalidad. Sin embargo, se pudo observar a lo largo del análisis de los resultados que los cachorros más vigorosos se encontraron en el Q 1. Sin embargo, “en el minuto 60 del nacimiento, todos los cachorros de los cuatro cuartiles estandarizaron sus puntuaciones de vitalidad”, comentan.
De acuerdo con esto, se confirmó la hipótesis de que los recién nacidos más grandes tendrían puntajes más bajos en vitalidad, más alteraciones del perfil sanguíneo y más casos de tinción de meconio que los cachorros más pequeños.
“Una de las principales perspectivas que pudimos dilucidar con este estudio, es que el uso de la monitorización fetal y uterina antes, durante y después del parto podría ser una herramienta valiosa para ayudar a predecir casos de hipoxia, asfixia o distocia, que podrían conducir a partos prolongados con complicaciones y, por tanto, aumento de la tasa de mortalidad, así como disminución de la vitalidad de los recién nacidos”, subrayan.