Por primera vez, las drogas recreativas han figurado en la lista anual del Centro de Control de Envenenamiento Animal de la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, ASPCA) de las principales toxinas para las mascotas. Estas drogas incluyen sustancias a base de marihuana, hongos alucinógenos y cocaína, que ocupó el décimo lugar de la lista.
Sin embargo, la marihuana no es la única droga recreativa que representa un riesgo para las mascotas. Según el informe, otras sustancias también están presentes en la lista de toxinas más comunes que afectan a los animales de compañía.
SUSTANCIAS TÓXICAS MÁS PELIGROSAS
Medicamentos de venta libre, con mayor frecuencia analgésicos como ibuprofeno y paracetamol; alimentos, especialmente barras de proteínas, gomas de xilitol y uvas o pasas; y los medicamentos recetados para humanos, ocuparon los tres primeros lugares, respectivamente.
En cuarto lugar aparece el chocolate, seguidamente las plantas, las toxinas del hogar en sexto puesto, y productos veterinarios caen en la séptima plaza.
Por otra parte, cerrando la lista en los puestos 8, 9 y 10, encontraríamos: raticidas, insecticidas y drogas recreativas, respectivamente.
AUMENTO DE LOS CASOS
En 2022, el equipo de APCC ayudó a 278.364 animales de los EE. UU., lo que resultó en un aumento de casi el 5 % en el volumen de llamadas en comparación con 2021. Recibieron casi un 11 % más de llamadas relacionadas con la posible ingestión de marihuana que el año anterior, y han visto un aumento de casi el 300 % en las llamadas en los últimos cinco años.
Los casos más comunes que detectaron involucraron mascotas que ingirieron productos horneados con marihuana. En ese sentido, puede haber ingredientes tóxicos adicionales involucrados, como chocolate, pasas o xilitol, que dan como resultado un peor pronóstico. Los signos clínicos más comunes en perros son ataxia o incoordinación y letargo o depresión.
Otros signos clínicos comunes son vómitos, incontinencia urinaria, aumento de la sensibilidad al movimiento o al sonido, movimiento de la cabeza, pupilas dilatadas, aumento de la salivación y frecuencia cardíaca más lenta de lo normal.