En medicina veterinaria, los perros son hoy en día algo más que animales de compañía. Se han convertido en miembros de la familia y, por lo tanto, se invierte más atención en su bienestar. El cáncer es la principal causa de muerte en los animales de compañía y los tumores de las glándulas mamarias representan la neoplasia más común en las perras.
Los perros desarrollan tumores de las glándulas mamarias y otros tipos de cáncer de forma espontánea, de manera similar a los humanos. Estos tumores mamarios también exhiben muchas similitudes clínicas y moleculares con el cáncer de mama humano. Tanto los perros como los humanos comparten factores de riesgo ambientales para el cáncer, y en ambas especies la mortalidad inducida por cáncer persiste como un problema crucial, particularmente en los casos con diagnóstico tardío.
En los perros, el cáncer de mama es multifactorial y varios aspectos contribuyen a su inicio y desarrollo. Se ha informado que varios factores de riesgo epidemiológicos, como la edad, la raza, las hormonas, la dieta y la obesidad, son relevantes para los tumores mamarios caninos. La incidencia anual de tumores mamarios caninos varía considerablemente entre los diferentes estudios. Así, generalmente la incidencia global de tumores mamarios caninos es del 50 %. Estos tumores aparecen con mayor frecuencia en perros mayores y en razas puras.
En la actualidad, el estándar de oro para el diagnóstico de los tumores mamarios caninos es el examen anatomopatológico del tejido sospechoso. El examen histológico también es necesario para establecer el grado histopatológico de malignidad y el índice de proliferación, y así estimar el pronóstico.
Sin embargo, el grado del tumor y el índice mitótico solo pueden evaluarse después de la extirpación quirúrgica o la biopsia del tejido alterado. Por lo tanto, en casos de tumores que podrían extirparse quirúrgicamente, sería de gran ayuda poder predecir el comportamiento biológico del tumor, antes de realizar cualquier cirugía, particularmente cuando el potencial económico de los dueños de perros sea limitado.
Un biomarcador que sugiera que es más probable que un crecimiento anormal sea benigno o maligno proporcionaría un instrumento temprano para una mejor planificación del tratamiento.
MEDIDA DE LA RESPUESTA INFLAMATORIA
La inflamación ahora se reconoce como un sello distintivo para el desarrollo del cáncer. Dado que la inflamación constituye parte del microambiente tumoral, influye en cada paso de la génesis tumoral, incluido el inicio del tumor, el crecimiento y la progresión metastásica. Además, la presencia de una respuesta inflamatoria sistémica se asocia con una menor supervivencia de los pacientes con cáncer. Por lo tanto, los marcadores sanguíneos celulares y bioquímicos de la inflamación sistémica, como la relación de neutrófilos a linfocitos (NLR) y la relación de albúmina a globulina (AGR), han surgido recientemente como factores pronósticos para el desarrollo de cáncer humano.
Para determinar el valor pronóstico de NLR en tumores mamarios caninos, un estudio reciente realizado en México ha utilizado registros clínicos que incluyen estudios bioquímicos y hematológicos de perras con tumores mamarios que se sometieron a cirugía y de perros sanos de control, para determinar la NLR y AGR pretratamiento.
Los autores recopilaron varios datos, incluyendo edad, raza, tamaño del tumor, grado histológico del tumor y tiempo de supervivencia después de la cirugía.
Tras el análisis de datos, se encontró que un valor más alto de NLR previo al tratamiento (NLR> 5) se asocia con una menor tasa de supervivencia. Por el contrario, el AGR no mostró ningún valor predictivo sobre la malignidad del tumor.
Sin embargo, al combinar el NLR con AGR, la edad del perro y el tamaño del tumor en un análisis multivariable, “el grado del tumor y la supervivencia después de la cirugía podrían predecirse adecuadamente”.
Estos datos “sugieren fuertemente que los valores de la relación de neutrófilos a linfocitos previos al tratamiento tienen un valor pronóstico para la tasa de supervivencia después de la cirugía de perros con tumores mamarios”, celebran los autores.
ENSAYO EN ESPAÑA DE UN NUEVO TRATAMIENTO PARA EL CÁNCER MAMARIO CANINO
Los animales de compañía, del mismo modo que los humanos, se benefician de los avances en la medicina, y logran tener una vida más larga y saludable. No obstante, debido a que su esperanza de vida es cada mayor, existe mayor riesgo de que puedan aparecer algunos problemas, como el cáncer.
Por suerte, la investigación a este respecto no se detiene, y son muchos los estudios que intentar dar respuestas a las incógnitas que suscitan los procesos neoplásicos, tanto en animales como en humanos.
En este sentido, la Unidad de Oncología Mamaria del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Complutense está realizando un ensayo clínico en el que se está evaluando un novedoso tratamiento contra el cáncer mamario canino, con potencial para extrapolar los resultados hacia la medicina humana.
Laura Peña, directora del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, investigadora principal del estudio, explicaba en declaraciones a Diario Veterinario que el tratamiento consiste en una “inmunoterapia nueva, que solamente había sido utilizada anteriormente de forma experimental en ratones con cáncer”. Esta inmunoterapia está basada en “unas partículas víricas, que no son patógenas en absoluto y que estimulan el sistema inmune para que ataque a las células cancerosas”.
Este tipo de tratamiento “sabemos que en la perra no tiene toxicidad”, por lo que se ha decidido efectuar el ensayo sobre esta especie, además tiene especial interés ya que “algunos tipos de tumores de la perra, y en concreto el carcinoma mamario inflamatorio, están validados como modelos de estudio para el mismo tipo de cáncer en medicina humana, que es el cáncer mamario de mayor agresividad y mortalidad”.