En los últimos años se ha cuestionado el uso de jaulas de alambre frente a los problemas de comportamiento que se han observado en animales, como la falta de espacio y socialización de las hembras. El equipo de investigación de Genética y mejora animal del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) pone en marcha un nuevo proyecto de actividad demostrativa, con la financiación del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, llamada “Parccun: Cría y reproducción en parques como alternativa al uso de jaulas en producción de conejo de carne”. El objetivo del proyecto será diseñar un sistema de parques alternativo basado en suelo de láminas de plásticos, sin techo y alojamiento en grupo. Una vez aprobado, el prototipo se trasladará al sector cunícola para que se ajuste al nuevo paradigma de producción en parques, que apuesta por mejorar el bienestar de los animales sin que exista un impacto económico negativo en las granjas.
Uno de los problemas que se ha detectado a lo largo de los años es que el alambre provoca pododermatitis en los conejos, una infección en las patas de los adultos. Esto ya se intentó solucionar con los reposa patas, pero no ha resultado suficiente. "Por eso, el nuevo sistema que planteamos y tendrá un suelo de láminas de plástico de 5mm de espesor y 13mm de separación entre láminas, lo que permitirá que las heces caigan adecuadamente en las fosas y se evitaría la pododermatitis", detalla la responsable del proyecto, Mariam Pascual, técnica del programa de Genética y mejora animal del IRTA. Por otro lado, el techo de la jaula se ha visto que limita el movimiento de los animales, especialmente en el caso de las hembras reproductoras, que en ocasiones se les deforma la columna y tienen falta de socialización con otros animales. Para evitar este efecto, el nuevo prototipo de parque abierto será sin techo, con las paredes más altas para que los animales no puedan escapar, y pensado para que pueda alojar hasta cinco hembras juntas.
En el caso del alojamiento colectivo de las hembras es necesario tener en cuenta su comportamiento y la socialización. Normalmente, las hembras están solas en una jaula y cuando tienen las crías están juntas entre 30 y 35 días hasta que se destetan y se separan las crías de la madre. Una vez en esta fase, la hembra se queda sola en la jaula durante siete días, porque después ya vuelve a tener crías. Hasta ahora se mantenían aisladas porque suelen ser muy agresivas con las demás. Con el nuevo parque, se quiere conseguir que las hembras mantengan la socialización con las demás. Sin embargo, se mantendrá la opción de colocar protectores en el momento previo al parto para que las hembras estén protegidas antes de parir, pero que a la vez mantengan el contacto visual con otras hembras. Días después del parto, se podrá retirar el protector y las hembras pasan a estar en alojamiento colectivo, pero pueden utilizar la parte inferior como escondite, reduciendo de esta forma posibles agresiones. Será un sistema mixto porque si se retiran los nidos, el parque quedaría convertido en un parque de engorde que podrá alojar hasta 32 gazapos.
El nuevo sistema también incluirá la instalación de plataformas, tanto en hembras reproductoras como en gazapos. En reproductoras, la plataforma actúa como un elemento enriquecedor que funciona como escondite y como elemento para vigilar y hacer deporte, favoreciendo el bienestar animal reduciendo el comportamiento agresivo de las hembras criadas en colectivo. Este elemento, junto a la eliminación del techo, podría favorecer un comportamiento más normalizado de los individuos. Según la Comisión Europea, el uso de las jaulas en la producción animal está cada vez más marcado por la sensibilización social. Además, el proyecto Welfare Quality®, evidencia que el bienestar animal es un tema muy importante para los consumidores de Europa, puesto que lo consideran como un punto añadido a la calidad de los productos. "Nos encontramos, pues, ante la necesidad de encontrar sistemas de cría en grupo que se adapten bien a la salud y el bienestar de los animales", remarca Pascual.
UN RETO SANITARIO EN LA GRANJA
Uno de los aspectos para tener en cuenta es que los sistemas sin techo permiten la entrada y el contacto del conejo con otros animales, como roedores o pájaros, lo que podría favorecer la transmisión de enfermedades. En cuanto a la higiene, los expertos tendrán que demostrar si el nuevo suelo basado en láminas de plástico es igual de eficiente que el alambre a la hora de mantener la higiene y la limpieza de heces. Además, el mayor contacto entre animales en parques para aumentar el contagio de enfermedades.
Por otra parte, uno de los aspectos que va a estudiar el proyecto es que el cambio de infraestructura tenga el menor impacto posible sobre las granjas, ya que la adquisición de nuevas infraestructuras y el posible cambio en las fundiciones de la granja, podría suponer un impacto alto sobre la rentabilidad y la sostenibilidad. Todos estos aspectos serán analizados por el IRTA en una primera fase, antes de trasladarlo al sector. Estudiará el bienestar y comportamiento de todos los animales, así como su estado de salud y posible el posible impacto sobre la reducción de uso de antibióticos.
También estudiará los efectos del rendimiento de las hembras reproductoras y el de los animales en cebo. Una vez que los resultados sean evaluados y se dé luz verde al nuevo sistema de parque, se trasladará al sector cunícola para implementarlo.