La diabetes mellitus es una de las enfermedades endocrinas más comunes en los gatos, con una prevalencia destinada de 1/230. Factores predisponentes, como el sexo masculino, la obesidad, la vida interior y la inactividad física, contribuyen al desarrollo de la enfermedad.
Las características fisiopatológicas de la diabetes y las opciones de tratamiento para los gatos afectados se han informado con frecuencia, pero solo unos pocos estudios abordan la esperanza de vida y los factores pronósticos de la enfermedad.
Los datos detallados sobre el resultado y los factores pronósticos de la diabetes mellitus en gatos ayudarían a los veterinarios a caracterizar mejor la enfermedad y, posiblemente, aumentar la disposición de los propietarios a aceptar el tratamiento para el gato y mantener el cumplimiento.
Por lo tanto, un grupo de veterinarios italianos ha realizado un estudio con el propósito de evaluar el tiempo de supervivencia y los factores pronósticos en una población de 114 gatos con diabetes mellitus recién diagnosticada. Setenta y siete de los 114 (67,5 %) gatos eran machos castrados y 37 (32,5 %) eran hembras esterilizadas. El peso corporal medio fue de 5,0 kg. Se habían administrado corticosteroides o progestágenos a 11 gatos hasta 4 meses antes del diagnóstico.
Los datos recogidos incluyeron hallazgos del examen físico, datos bioquímicos séricos y hematológicos, presencia de cetoacidosis y diagnóstico de enfermedades concurrentes en la evaluación inicial.
En el momento del diagnóstico, la media de la concentración sérica de glucosa era de 427 mg/dl y la media de la concentración de fructosamina era de 612 μmol/l. Se diagnosticó cetoacidosis en 39 (34,2 %) gatos.
Asimismo, se documentaron enfermedades concurrentes en 51 (44,7 %) gatos, incluidos 6 con colangitis o enfermedad pulmonar; 5 con sospecha de pancreatitis; 4 con cistitis o insuficiencia renal; y 2 con FIV, enfermedad inflamatoria intestinal o linfoma.
El tiempo medio de supervivencia de los gatos diabéticos fue de 516 días (rango, 1 a 3468 días); 70 %, 64 % y 46 % vivieron más de 3, 6 y 24 meses, respectivamente. El tiempo de supervivencia fue significativamente más corto para los gatos con concentraciones de creatinina más altas, con un riesgo de muerte aproximadamente un 5 % mayor por cada aumento de 10 μg/dl en la concentración de creatinina sérica. La cetoacidosis no se asoció significativamente con el tiempo de supervivencia.
Ante estos hallazgos, los autores consideran que los gatos con diabetes mellitus recién diagnosticada “tenían un pronóstico regular a bueno”. La concentración sérica alta de creatinina en el momento del diagnóstico “se asoció con un mal resultado, probablemente debido a los efectos adversos de la disfunción renal”.
Aparentemente, “la cetoacidosis no se asoció con una disminución del tiempo de supervivencia, lo que sugiere que esta complicación no debe considerarse necesariamente como desfavorable”, concluyen.
PAPEL DEL MICROBIOMA INTESTINAL EN LA DIABETES FELINA
Los gatos se han convertido en un modelo cada vez más popular para estudiar la diabetes mellitus (DM) tipo 2 en humanos. La DM tipo 2 felina y humana comparten varias similitudes clínicas y fisiológicas: ambas enfermedades tienden a desarrollarse en la mediana edad, se asocian con obesidad y resistencia a la insulina e influyen en la pérdida de células beta en el páncreas. Sin embargo, muchos de los mecanismos subyacentes de la resistencia a la insulina y la progresión de la DM siguen siendo desconocidos.
En este sentido, investigadores de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, exploraron un posible vínculo entre el desarrollo de DM felina y el microbioma intestinal.
Los gatos diabéticos mostraron varias alteraciones en las poblaciones bacterianas intestinales, muchas de las cuales son cambios paralelos observados en humanos con DM tipo 2. Estos cambios importantes no se observaron en gatos obesos sanos, lo que sugiere que “otros factores además de la composición corporal son fundamentales en el desarrollo de la DM felina”.
Cuando se examinaron bacterias específicas, los investigadores encontraron que los gatos diabéticos tenían proporciones significativamente alteradas de bacterias en las familias Prevotellaceae y Enterobacteriaceae, así como bacterias responsables de producir un ácido graso de cadena corta, el burirato.
Por consiguiente, los autores afirmaron que las medidas adicionales para apoyar a las poblaciones microbianas de los pacientes pueden convertirse en consideraciones importantes para el manejo óptimo de la DM felina en el futuro.