Los médicos y veterinarios pueden desarrollar ansiedad y estrés relacionado con el trabajo. Mientras que el estrés leve puede mejorar la capacidad de abordar situaciones difíciles y, eventualmente, pueden ayudar a desarrollar la confianza en uno mismo, la exposición crónica al estrés en el lugar de trabajo puede conducir a un fenómeno ocupacional complejo conocido como burnout.
Con frecuencia, este síndrome se asocia con un deterioro de la función cognitiva, depresión y abuso de sustancias estupefacientes y, si no se trata, esta afección puede afectar no solo la calidad de vida, sino también acarrear riesgo de suicidio.
La depresión también está asociada con el estrés psicológico. La depresión es una enfermedad crónica de atención primaria caracterizada por síntomas físicos: principalmente fatiga, dolor o trastornos del sueño. Un estudio realizado en una población de residentes de anestesiología humana encontró que el 22 % de ellos dieron positivo para depresión. Además, según los informes, su prevalencia aumentó en los trabajadores de la salud durante la pandemia de Covid-19.
Entre las especialidades médicas, la anestesia se considera una de las disciplinas más estresantes debido a la complejidad de las tareas clínicas, la intensa carga de trabajo, la falta de control sobre la gestión del tiempo, la responsabilidad clínica y los turnos fuera de horario.
Sobre este asunto, un grupo de investigadores del Reino Unido ha estudiado los factores de riesgo, los efectos sobre la seguridad del paciente y el cumplimiento de los estándares clínicos adecuados, tanto del agotamiento como de la depresión en un grupo de residentes de anestesia y analgesia veterinaria.
Se planteó la hipótesis de que la proporción de individuos en la población de estudio con alto riesgo de desarrollar enfermedades mentales sería comparable a la de los anestesistas humanos en formación, y que la pandemia podría haber empeorado esta situación al afectar la calidad de los programas académicos.
Los autores trabajaron sobre una muestra de 185 residentes registrados en los Colegios Europeos (ECVAA) y Americanos (ACVAA) de Anestesia y Analgesia Veterinaria.
Se envió por correo electrónico un enlace para acceder a un cuestionario online que incluía varias preguntas relacionadas con agotamiento emocional, despersonalización y una realización personal reducida.
SUPERVISIÓN EN MOMENTOS DE MÁXIMO ESTRÉS
La tasa de respuesta fue del 48 %. Según las puntuaciones obtenidas, el 49 % de los residentes tenían un alto riesgo de depresión y agotamiento. Estos residentes expresaron una mayor preocupación por la atención inadecuada de los animales, la disminución de la calidad de la supervisión durante la Covid-19, y el impacto negativo de la pandemia en su programa de formación.
Asimismo, trabajar en un entorno clínico durante ≥ 60 horas/semana fue un factor de riesgo tanto para el desarrollo de depresión como para agotamiento emocional.
En conclusión, “este estudio sugirió que una alta proporción de residentes en anestesia y analgesia veterinaria tiene un alto riesgo de desarrollar trastornos de salud mental como depresión y agotamiento”.
Por lo tanto, “reducir el número de horas de trabajo clínico y aumentar el nivel de apoyo y supervisión durante períodos de estrés intenso se proponen como medidas para mejorar la salud mental de los residentes”, comentan los autores.