Las enfermedades de la piel son uno de los problemas más comunes que se observan en las clínicas veterinarias de todo el mundo. Muchos pacientes se presentan con lesiones graves y/o crónicas, a menudo refractarias al tratamiento, y la recolección de biopsias de piel suele ser beneficiosa para obtener o confirmar un diagnóstico y ayudar a guiar un plan de manejo adecuado para los pacientes.
Para que la información arrojada por las biopsias sea útil, los veterinarios deben seguir unas pautas concretas. Estos pasos seguidos antes de enviar las muestras aumentarán las posibilidades de un diagnóstico más preciso.
En este sentido, un grupo de expertos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Florida, han elaborado una guía práctica que recoge consejos concretos para que puedan ser aplicados por todo aquel clínico que desee realizar una biopsia de piel en un paciente.
En un primer punto, el texto recoge los potenciales diagnósticos diferenciales en los que puede resultar de interés la realización de una biopsia, como dermatosis que no respondan al tratamiento presuntamente adecuado, lesiones pustulosas y ampollosas, o trastornos alopécicos no causados por acicalamiento o prurito.
Asimismo, desaconsejan la toma de muestras en sospechas de pacientes con hipersensibilidades y enfermedades alérgicas de la piel, debido a su “baja sensibilidad diagnóstica”.
Los autores también recomiendan una serie de consejos prácticos, como suspender los corticosteroides orales y las terapias inmunomoduladoras durante 2 a 3 semanas antes de la biopsia, “y los corticosteroides inyectables de larga duración deben suspenderse durante 6 a 8 semanas si es posible”. También consideran “fundamental” tratar de eliminar las infecciones secundarias con el tratamiento adecuado antes de realizar las biopsias.
Se puede consultar la guía completa a través del siguiente enlace.