La minería es una de las actividades humanas que genera un impacto ambiental más severo, especialmente cuando conlleva la liberación de metales que, como el mercurio (Hg), son altamente tóxicos. Una vez que el Hg es liberado al medio ambiente, este se dispersa por el agua, la atmósfera y los suelos, de modo que los animales y las plantas quedan potencialmente expuestos, generándose riesgos ecotoxicológicos.
El mercurio tiene el problema añadido de ser un contaminante global, de modo que ni las regiones más remotas del planeta, como el Ártico, se libran de él. Aunque la presencia de este metal en zonas árticas se debe principalmente al transporte de emisiones a larga distancia a través de las corrientes de aire y las oceánicas, también existen fuentes de contaminación local, como es el caso de las antiguas actividades mineras en el archipiélago de Svalbard (Noruega) que, a lo largo de su historia, han causado contaminación local por mercurio.
Para abordar los posibles efectos inmunomoduladores del mercurio ambiental en los organismos del Ártico, investigadores de la Wageningen University, la University of Groningen y el Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) han usado Svalbard como escenario de estudio y pollos de barnacla cariblanca (Branta leucopsis) como especie centinela. Recolectaron pollos recién nacidos de barnaclas y los criaron en una zona afectada por la contaminación minera o en una zona control no afectada por esta actividad, y que mostraban diferentes niveles de Hg en el suelo. Un grupo adicional de pollos de barnacla en la zona minera estuvo además expuesto a mercurio inorgánico a través de una alimentación suplementaria.
Además, para estudiar el efecto de esta exposición al Hg en la salud de las aves, se tomaron medidas de la respuesta inmune y el estrés oxidativo 24 h después de exponerlas a un desafío inmunológico mediante la inyección de ARN de doble cadena que simula lo que puede ser un ataque viral.
Los resultados mostraron que las concentraciones de Hg total en el hígado de los pollos de barnacla difirieron significativamente entre los tres grupos, teniendo el grupo control los niveles más bajos y el grupo suplementado los más altos. Respecto al desafío inmunológico, los resultados mostraron que la exposición al Hg moduló las respuestas inmunitarias en los pollos de barnacla. El aumento de la exposición tanto al Hg ambiental como al suplementario redujo el nivel de anticuerpos naturales, lo que sugiere la existencia de un deterioro en la inmunidad humoral. La exposición al mercurio reguló al alza la expresión de genes proinflamatorios en el bazo, que estarían relacionados con efectos inflamatorios inducidos por el mercurio.
La exposición al Hg también aumentó la oxidación de glutatión, un importante antioxidante del organismo, a lo que las aves respondieron sintetizando más antioxidante, de forma que pudieron mantener su equilibrio redox. Estos efectos adversos sobre la respuesta inmunitaria muestran que incluso la exposición a niveles bajos de Hg podría afectar a la competencia inmunitaria a nivel individual e incluso aumentar la susceptibilidad de la población a las enfermedades infecciosas.