Cuatro nutrias marinas que quedaron varadas en California, EEUU, murieron a causa de una forma inusualmente grave de toxoplasmosis, según un estudio del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California. La enfermedad es causada por el parásito microscópico Toxoplasma gondii.
Los hallazgos preliminares señalan que la toxoplasmosis es común en las nutrias marinas, pero “esta cepa inusual parece ser especialmente virulenta y capaz de matar rápidamente a nutrias adultas sanas”.
La nueva cepa no se había detectado antes en la costa de California, por lo que es probable que haya llegado recientemente. A los científicos les preocupa que, si contamina el medio ambiente y la cadena alimentaria marina, “podría representar un riesgo para la salud pública”.
“Debido a que este parásito puede infectar a humanos y otros animales, queremos que otros estén al tanto de nuestros hallazgos, reconozcan rápidamente los casos si los encuentran y tomen precauciones para prevenir la infección”, explica Melissa Miller, del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California.
PARÁSITO COMÚN, PERO CEPA EXTRAÑA
Toxoplasma gondii es un parásito común en gatos salvajes y domésticos. Aunque los humanos sanos rara vez experimentan síntomas, la toxoplasmosis puede causar abortos espontáneos y enfermedades neurológicas.
Las nutrias marinas son especialmente vulnerables a la infección por el patógeno porque están expuestas a los huevos del parásito y comen invertebrados marinos que pueden contener los parásitos.
Las cuatro nutrias marinas descritas en este estudio quedaron varadas entre 2020 y 2022. Todas tenían una inflamación grave de la grasa corporal, una afección llamada esteatitis. “La esteatitis severa es un hallazgo muy inusual en nutrias marinas con toxoplasmosis”.
“La aparición de este tipo letal de Toxoplasma en la costa de California es preocupante por dos razones principales: primero, debido a los posibles impactos en la salud de la población de una especie amenazada, y segundo, porque este parásito también podría afectar la salud de otros animales que son susceptibles a Infección por toxoplasma”, comentan los autores de la investigación.
Las pruebas de ADN identificaron una cepa rara de Toxoplasma llamada COUG en los cuatro casos. Esta cepa se encontró por primera vez en 1995 en pumas canadienses. La detección de COUG en nutrias marinas es preocupante para la salud y recuperación de esta especie amenazada.
“El genotipo COUG nunca antes se había descrito en nutrias marinas, ni en ninguna parte del entorno costero de California ni en ningún otro mamífero o ave acuática”, indican.
Dado que el toxoplasma puede infectar a cualquier animal de sangre caliente, “también podría causar enfermedades en animales y humanos que comparten el mismo entorno o recursos alimentarios, incluidos mejillones, almejas, ostras y cangrejos que se consumen crudos o poco cocidos”.
“Se necesitan estudios a mayor escala para comprender el impacto potencial de la infección por la cepa COUG en las poblaciones de nutrias marinas, cuán dispersa geográficamente está, cómo se introduce en el océano y qué otros animales podrían verse afectados”, concluyen.