Terremoto Turquía y Siria: Así es el trabajo de los perros del equipo de rescate que ha ido desde Madrid

El Equipo de Emergencia  y Respuesta Inmediata (ERICAM) es una entidad oficial de la Comunidad de Madrid que está compuesta por un equipo de bomberos, un equipo del Summa 112 y otro de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP). El pasado lunes viajó un grupo del ERICAM a la frontera entre Turquía y Siria, donde se han registrado una sucesión de terremotos que hasta la fecha ha contabilizado 11.800 muertos, según datos facilitados por las autoridades de ambos países. 

El grupo del ERICAM desplazado está compuesto por 30 efectivos de bomberos de la Comunidad de Madrid, cinco profesionales del Summa 112, cuatro perros con sus guías y una auxiliar veterinaria especializada en atención de canes en casos necesarios ante la ausencia de veterinarios. 

Susana Izquierdo, presidenta de la ESDP, organismo que aporta los perros de rescate, cuenta en declaraciones a Diario Veterinario que “hay diferentes disciplinas en los equipos de trabajo con perros”, como son la “búsqueda de personas en estructuras colapsadas o en grandes áreas”, por ejemplo.

En esta ocasión, el procedimiento de actuación en el terremoto de Turquía y Siria “es el de una catástrofe, un poco específico y especial. Normalmente, los equipos dedicados a ello están al amparo de la ONU, que realizan una serie de evaluaciones internacionales” al binomio de guía y perro para ver si están preparados como equipo. Y si es apto, “realizan cursos y entrenamientos de coordinación con otros equipos de rescate y reciben una acreditación internacional” después de haber sido evaluados “bajo unos criterios y estándares bastante rigurosos y exigentes”.

Actualmente en España solo dos equipos de rescate cuentan con esta acreditación: la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el ERICAM –del que depende la unidad de perros de rescate presidida por Izquierdo–. Estos equipos de salvamento están coordinados a nivel internacional mediante el Mecanismo Europeo de Protección Civil, o por el Grupo Asesor Internacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate (INSARAG), mecanismo de la ONU, los cuales se ponen “en movimiento para poder dar al país medios de rescate cuando los solicite”, relata Izquierdo.

TRABAJO DE LOS PERROS EN EL TERRENO

“Dentro de los diferentes estadios de las intervenciones, los perros van a hacer el trabajo de búsqueda y localización de las víctimas, no necesariamente encontrarlas. A partir de ahí, con los medios tecnológicos, se intenta tener contacto con ellas. En este caso, los bomberos, mediante un equipo especial de localización intentan, tanto localizar el sonido de la víctima en caso de que pueda hacer ruido o esté hablando, como intentando hablar con ella a través de un micrófono para poder establecer comunicación. Se triangula la posición de esta y a continuación se procedería al rescate y a la atención sanitaria de la víctima”, explica Izquierdo, quien añade que muchas veces los afectados se encuentran inconscientes y los perros pueden olerlos o escucharlos bajo los escombros.

ENTRENAMIENTO DE LOS GUÍAS Y PERROS DE RESCATE

Tanto los guías como los perros que forman la unidad de la ESDP se forman para ello, esto significa que no todo el mundo que quiera participar en esto puede hacerlo “sin contar con cierto perfil psicológico” y de habilidades, ni los perros que no hayan sido seleccionados para dichas tareas. “Cuando tienes un binomio (o lo que es lo mismo, una pareja de guía y perro) seleccionados, se procede a su entrenamiento. El guía recibe formación específica de las áreas de trabajo que vaya a abordar y al perro, igualmente, se le entrena para todas las tareas. La mayoría de los guías tenemos perros multidisciplinares, que tanto buscan víctimas en situaciones de estructuras colapsadas como en grandes áreas a las personas que se pierden”, apunta la presidenta de la ESDP.

Los perros seleccionados tienen normalmente un mínimo de 4 o 5 meses y no superan el año y medio de edad.

 Susana Izquierdo con una de sus perras de rescate, Mika. Foto: Rafa Plaza.

Durante las intervenciones, los perros no suelen dañarse, “por suerte”. Izquierdo explica que normalmente suelen tener cortes pequeños que incluso los propios guías “reciben entrenamiento específico de primeros auxilios veterinarios para atenderlos”. Por lo general, “el veterinario o quien vaya de auxiliar veterinario para el equipo tiene que recibir una formación especializada porque los títulos de Veterinaria y Asistencia Veterinaria (ATV) no sirven al estar dirigidos a un personal de clínica, y esto no tiene nada que ver”. Los veterinarios que trabajan con perros en catástrofes “los atienden a veces por precipitaciones o caídas de grandes alturas, o atrapamientos, pero por suerte no suelen hacerse mucho daño”. Aun así, cuando ocurre suele ser grave, asegura.

“Por cuestiones de rendimiento de trabajo, no creo que vuelvan más tarde del sábado o del domingo porque, primero, a partir de las 72 horas disminuyen muchísimo las posibilidades de encontrar supervivientes y, segundo, por una cuestión de rendimiento es imposible que estén mucho más tiempo dándolo todo”, señala.