La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) publica en su informe relativo a las normas internacionales que contribuyen a mejorar la sanidad, el bienestar animal, la salud pública veterinaria y el comercio seguro, un resumen de los países que implementan dichas normas y los obstáculos para su puesta en práctica.
Entre las principales conclusiones de la investigación, destaca que solo "un porcentaje limitado de miembros de la OMSA (el 7 %) tiene acceso a recursos veterinarios suficientes", lo que según la organización es preocupante, quien advierte de la necesidad de fortalecer "los servicios veterinarios nacionales y de considerarlos en las políticas nacionales". El resto de países, el 93 %, no contarían con la capacidad mínima requerida de "fuerza laboral y recursos".
Desde el Sistema Mundial de Información Sanitaria de la OMSA explican que, de media, a nivel internacional cada veterinario está a cargo de 2.611 cabezas de ganado. Asimismo, un solo profesional asume 55 toneladas de biomasa animal, la cual se sitúa en total en 1018,38 millones de toneladas. En este sentido, la OMSA comenta que no es lo mismo trabajar con animales domésticos y pequeños que con grandes animales o rumiantes.
Según los datos ofrecidos, en total existen unos 19 millones de veterinarios en total entre todos los países miembros.
El continente con la proporción entre veterinarios y animales más desigual es África, cuya distribución regional revela que hay un veterinario a cargo de 3.530 animales, que a su vez asume 112 toneladas de biomasa animal, mientras que en Europa hay un individuo para 612 cabezas de ganado que asume 25 toneladas de biomasa.
FALTA DE VETERINARIOS EN EL MUNDO
El informe Global State of Pet Care, publicado por HealthforAnimals en 2022, hacía hincapié en la escasez de veterinarios en muchos países: “no hay suficientes veterinarios en el mundo, debido al aumento de las adopciones durante la pandemia". El Reino Unido, por ejemplo, describe la situación como una "crisis de la fuerza laboral veterinaria", mientras que en Australia la llaman "boom de cachorros pandémicos". Esta escasez está ejerciendo una gran presión sobre el bienestar mental y físico de los veterinarios, y la mayoría de los veterinarios británicos afirman que experimentan conflictos "entre su bienestar personal y sus roles profesionales".
La escasez de veterinarios está aumentando en gran parte del mundo y parece poco probable que el problema disminuya pronto. “Está claro que, para los mercados desarrollados, las tendencias apuntan a un crecimiento en la profesión veterinaria, pero no lo suficiente como para satisfacer las necesidades futuras del sector de la salud de las mascotas”. Sin embargo, España es uno de los países que tiene más veterinarios por cada 1.000 perros y gatos, destaca el estudio.
La situación actual muestra cómo las clínicas veterinarias de Alemania están renunciando a su estatus para no tener que garantizar la disponibilidad las 24 horas, porque tampoco pueden hacer frente a la avalancha de pacientes de emergencia. En el peor de los casos, esta situación puede poner en peligro la atención de los pacientes animales en la región. Ante este problema, se están realizando varios esfuerzos a nivel estatal para encontrar una solución.
VISIBILIZAR A LOS ORGANISMOS VETERINARIOS ESTATUTARIOS
La OMSA plantea que el 84 % de los miembros de los organismos veterinarios estatutarios (OVE) analizados en el informe comparten preocupaciones importantes. El papel de un OVE es supervisar la calidad y la competencia de los veterinarios en un país, además de "establecer requisitos para la educación continua. La presencia de un OVE que funcione correctamente y tenga pleno mandato puede contribuir potencialmente a elevar la evaluación niveles de competencias críticas" de los profesionales.
En este sentido, la organización mundial tiene como objetivo establecer un "programa de hermanamiento que ofrezca la posibilidad de que un colegio veterinario se vincule con otro matriz" para mejorar su desempeño laboral.