El papel de la realidad virtual como herramienta en la formación veterinaria

Es indudable que las nuevas tecnologías sirven para mejorar la vida de las personas, permitiendo o haciendo más fáciles todo tipo de tareas. Este tipo de herramientas ya se encuentra más o menos presente en todos los sectores de la sociedad. Sobre ello, unos investigadores están estudiando cómo implantar unas gafas de realidad virtual en el sector de la educación, concretamente en la carrera de Veterinaria.

Durante los últimos cuatro años, un equipo interdisciplinario de investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, EEUU, ha buscado determinar si la realidad virtual tiene un papel que desempeñar en la educación y formación veterinaria.

El equipo ha conseguido lanzar VetVR, una iniciativa en la que ha participado todo el campus y que incluye veterinarios, informáticos, artistas gráficos e ingenieros, y tiene como objetivo desarrollar y probar herramientas educativas virtuales para la medicina veterinaria.

"Mientras tratamos de validar la realidad virtual y su potencial en la educación superior, queremos ir más allá de la medicina veterinaria", ha comentado Pedro Boscan, quien dirige el departamento de anestesiología en el Hospital Docente Veterinario James L. Voss.

En la universidad, el equipo de VetVR se encuentra entre muchos proyectos basados en realidad virtual y aumentada que exploran futuras aplicaciones de la tecnología. Por ejemplo, otro grupo del campus desarrolló un programa de realidad virtual para enseñar anatomía humana.

Durante los últimos dos años, Boscan y el equipo de VetVR han estado desarrollando un módulo virtual para instruir a los estudiantes de veterinaria en los conceptos básicos de anestesiología: cómo sedar pacientes, usar una máquina de anestesia, administrar medicamentos, realizar una ecografía de emergencia y todo lo que entra en la realidad de la clínica veterinaria.

Algún día, “una herramienta virtual de este tipo podría complementar el equipo presente en las clases, haciendo que la educación sea accesible para muchos más estudiantes, incluso en la distancia”, celebra Boscan.

El equipo de VetVR cree que la realidad virtual tiene el potencial de convertirse en parte del conjunto modernizado de herramientas educativas, no solo para la medicina veterinaria, sino también para las disciplinas que requieren habilidades cognitivas y manuales para resolver situaciones complejas.

MUDARSE AL ESPACIO DEL JUEGO

Junto con su investigación en materia de realidad virtual y aprendizaje, el equipo también incorporó programadores y desarrolladores para crear un juego de realidad virtual que permite a los jugadores "tratar" a un paciente en una clínica veterinaria, brindando oportunidades para la toma de decisiones complejas y valorando los resultados clínicos en los pacientes.

El juego VetVR pronto estará disponible, y los investigadores esperan que el salto al público les ayude a refinar el software y mejorarlo para su uso posterior en entornos educativos. Su plan es lanzar otros productos, como una aplicación de realidad virtual para la salud mental.

El juego fue creado para que cualquiera, no solo los estudiantes de veterinaria, puedan practicar técnicas veterinarias básicas, como examinar a un paciente, administrar medicamentos, hacer diagnósticos y, en última instancia, salvar la vida del perro. El juego está más cerca del objetivo del equipo, que es crear un escenario de emergencia real para usar en la educación clínica, porque refleja las consecuencias de la toma de decisiones.

EL FUTURO DE LA EDUCACIÓN

En una emergencia, una decisión equivocada puede conducir a una catástrofe. Esa es exactamente la razón por la que Boscan y otros miembros del equipo creen que la formación virtual en medicina veterinaria podría ayudar a los veterinarios a estar mejor preparados de cara a su futuro profesional.

"Durante mucho tiempo había estado buscando cómo recrear el estrés de estar en las clínicas. Si se encuentra en una situación de emergencia, debe aprender a manejar el estrés y tomar decisiones importantes", explica Boscan.

En entornos de atención de la salud, tanto humanos como animales, los estudiantes tradicionalmente han sido instruidos a través de prácticas, supervisados cuidadosamente por otros profesionales, y arrojados a escenarios reales “poco a poco”.

Pero, a pesar de que Boscan considera que no hay sustituto para la experiencia de trabajar con un paciente real. “¿Y si hubiera una manera de recrear de cerca esas experiencias, fuera de las altas presiones de la vida real?”, se pregunta.

La formación virtual podría ser la respuesta, que además “también proporcionaría repetibilidad”. Un mismo estudiante podría practicar cien escenarios diferentes cien veces. Ese tipo de repetibilidad no existe en la vida real, añade el experto.

"Estamos comenzando con la medicina veterinaria, pero creemos que la realidad virtual será parte del futuro de la educación", concluye.