Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia (UMU) y la Universidad de Oxford analizan en un libro académico el enorme impacto de la edición genética en la especie porcina, tanto como alimento a nivel mundial, convirtiéndose en la segunda fuente de carne más consumida del planeta, como por sus aplicaciones biomédicas.
El capítulo, encabezado por el profesor de Fisiología Joaquín Gadea, explica en profundidad como la ingeniería genética, campo en el que llevan trabajando durante décadas y que se basa en el empleo de herramientas como el CRISPR-Cas9, permite producir cerdos con unas características determinadas.
“Desde su domesticación hace 9000 años a partir del jabalí, los humanos han estado seleccionando para criar esas variantes porcinas con características deseadas para la producción de alimentos y la cría de animales. Esta selección genética ha permitido recientemente un aumento significativo de producción porcina en comparación con la obtenida hace unas décadas”, explican los expertos en el documento.
Sin embargo, las enfermedades infecciosas porcinas son un gran problema para la producción, con enormes costes económicos y bloqueo del mercado e intercambio internacional. Por ello, una de las principales aplicaciones en las que se trabaja desde las instituciones es en la modificación del genoma para mejorar su resistencia a las enfermedades de origen vírico.
APLICACIONES BIOMÉDICAS
Ante la falta de donantes para cubrir la gran cantidad de pacientes que están en listas de esperar para recibir un trasplante de órganos, buscar alternativas a los trasplantes entre humanos ha sido el objetivo de universidades y centros de investigación en todo el mundo. El xenotrasplante, es decir, entre animales y personas, parece ser la solución ideal. Y el cerdo se considera la especie más adecuada para este fin “debido a su facilidad de reproducción y las similitudes con la especie humana en cuanto a fisiología y tamaño y función de los órganos”.
Todos los avances que se desarrollen en este campo, tal y como reconocen los investigadores, tendrán beneficios en todo el planeta, con un importante impacto en la economía y en la salud de la población en términos de seguridad alimentaria y control y tratamiento de enfermedades humanas.
El artículo termina haciendo una recopilación de las investigaciones puestas en marcha desde la UMU en este ámbito y los éxitos cosechados en el mismo.