Un español participa en un método basado en hongos para combatir infecciones parasitarias

Los nematodos nacidos en el suelo incluyen una amplia variedad de parásitos de importancia en la agricultura y la industria ganadera. Haemonchus contortus es uno de los parásitos más patógenos, responsable de daños significativos a la salud y al potencial productivo de los pequeños rumiantes. Este nematodo es responsable de anemia severa, hipoproteinemia, edema y diarrea, que pueden causar la muerte en animales jóvenes. Este y otros géneros/especies de nematodos parásitos pertenecientes al grupo de los nematodos parásitos gastrointestinales tienen un importante impacto económico en muchos países.

La forma más común de controlar estos parásitos se ha basado en el uso continuo de fármacos antihelmínticos químicos sintetizados en el laboratorio. Estos medicamentos ayudan a reducir de alguna manera la carga parasitaria de estos animales. Sin embargo, existen una serie de desventajas asociadas a su uso, como la presencia de resistencia antihelmíntica en los parásitos, la potencial contaminación de la carne o leche o derivados para consumo humano y la contaminación del suelo y acuíferos que pueden tener efectos ambientales perjudiciales.

Por otra parte, los hongos nematófagos son microorganismos del suelo que viven como saprofitos, los cuales poseen una característica única que consiste en su capacidad de modificar su comportamiento fisiológico y metabólico y la capacidad de transformar sus micelios en dispositivos trampa especialmente diseñados para capturar y destruir nematodos, pasando de organismos saprofitos a depredadores o parásitos de nematodos. Arthrobotrys musiformis es una especie de hongo que ha sido evaluada en algunos estudios, principalmente centrados en su actividad depredadora.

Un estudio reciente, donde ha participado el español Adolfo Pérez Silva de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela, ha evaluado la actividad depredadora in vitro de A. musiformis contra larvas de H. contortus.

Los autores recopilaron muestras del suelo donde se encontraba el hongo, y muestras del nematodo de animales infectados. Asimismo, las interacciones entre hongo y nematodo se evaluaron en una placa Petri en dos medios, caldo Czapek-Dox (CDB) y caldo de dextrosa de camote (SPDB). Se registraron las medias de larvas vivas y muertas y se compararon con controles negativos. La actividad nematicida del hongo fue confirmada, con porcentajes más altos en el compuesto CDB, con resultados de hasta un 93.42 % de larvas muertas.

Ante estos datos, los investigadores apuntan que “A. musiformis cultivado en medio de caldo Czapek-Dox produce constituyentes micoquímicos que se vierten en el medio, y ejercen una importante actividad nematocida in vitro contra las larvas infectivas de H. contortus”.