Este jueves 15 de septiembre, coincidiendo con el Día Europeo de la Salud Prostática, Virbac ha lanzado una nueva campaña de concienciación sobre la hiperplasia benigna de próstata (HBP).
La hiperplasia prostática benigna es una enfermedad muy común en perros no castrados y normalmente está subdiagnosticada. Con la edad del animal, la próstata va aumentado de tamaño dando lugar a la hiperplasia, lo que en algunos perros puede cursar sin sintomatología evidente.
La especial prevalencia de trastornos prostáticos en perros ha originado un importante interés en la medicina veterinaria por el diagnóstico precoz de estas alteraciones, dada la mayor atención que los dueños dedican a la salud de sus mascotas, así como al aumento de la disponibilidad médica de herramientas de diagnóstico y terapias. No obstante, no existen estrategias de prevención ni exámenes de rutina para detectar la HBP. La mayoría de los diagnósticos se basan en la clínica descrita por el propietario, y el veterinario casi nunca diagnostica la enfermedad en sus primeras etapas, sino en etapas avanzadas. El hecho de no tratarla a tiempo puede tener graves consecuencias clínicas.
HERRAMIENTAS PARA COMBATIR LA HBP
Para abordar este problema, Virbac es la única compañía farmacéutica que ofrece soluciones para el diagnóstico y el tratamiento precoz de la HBP.
Entre las pruebas de diagnóstico, la esterasa prostática específica canina (CPSE) en suero ha sido reconocida como un biomarcador válido y específico para los trastornos prostáticos caninos, debido a que su contenido es mayor en el suero de perros afectados por diferentes alteraciones prostáticas como la hiperplasia prostática benigna y la prostatitis bacteriana.
En condiciones fisiológicas, el CPSE se secreta en la luz de los conductos prostáticos y permanece principalmente en la glándula prostática. Por el contrario, cuando se altera la glándula prostática, se pueden encontrar en la sangre proteínas de origen prostático, como CPSE.
Además, Speed™ CPSE es un test rápido cuantitativo de Virbac que permite el análisis de CPSE circulante mediante el análisis de la fluorescencia inducida por láser.
En cuanto al tratamiento de la hiperplasia, existen dos opciones posibles: la castración quirúrgica y la opción de utilizar un tratamiento médico no invasivo, recomendado en animales reproductores o propietarios que no quieran castrar a su perro.
Para este segundo caso, Virbac ofrece Ypozane®, cuyo principio activo es el acetato de osaterona, un antagonista de los andrógenos a sus receptores prostáticos y bloqueador del transporte de testosterona a la próstata, es un medicamento eficaz para tratar la enfermedad, administrándose vía oral una vez al día durante una semana, durando su efecto hasta 6 meses. Además de su excelente tolerancia en perros de edad avanzada, preserva la capacidad reproductora. Ypozane® también puede utilizarse como tratamiento complementario a la castración quirúrgica para una resolución más rápida de los síntomas.
También existe Suprelorin®, un implante que contiene el principio activo acetato de deslorelina, que se puede utilizar para tratar la hiperplasia benigna de la próstata en perros debido a la reducción de los niveles testosterona que provoca.
CAMPAÑA DE DETECCIÓN DE HBP
La aplicación de programas de detección de rutina para la salud de la próstata en perros podría ayudar a comprender la prevalencia real de las enfermedades prostáticas. Los expertos apuntan que sería aconsejable un cribado no invasivo de la salud de la próstata, especialmente como parte de un programa de medicina preventiva de enfermedades geriátricas en perros.
En este sentido, la campaña lanzada por Virbac pretende educar a los propietarios para que tomen consciencia de que sus perros machos sin castrar también pueden tener problemas de próstata.
Del mismo modo, pretende ayudar a las clínicas veterinarias a ampliar su oferta de servicios y generar ingresos adicionales con el diagnóstico y tratamiento precoz de la HBP, ya que “las clínicas que incluyen como parte de sus servicios el diagnóstico y el tratamiento precoz de esta enfermedad generan ingresos adicionales y mejoran la satisfacción de sus clientes”, explican desde la compañía.
Además, el veterinario es “parte de la solución en la labor de divulgación de la HBP con el objetivo de concienciar e implicar a los propietarios en su detección temprana y en la instauración del tratamiento”.
Desde la compañía animan a elaborar planes de prevención donde se realice “la revisión prostática anual en perros machos enteros a partir de los 5 años, ya que es clave para prevenir complicaciones y es la recomendación de los especialistas”.
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