El parasitismo intestinal presenta riesgos potenciales para la salud de los huéspedes caninos, y la contaminación ambiental de los perros infectados, a menudo subclínica, puede poner a otros perros, otros animales y humanos en riesgo de enfermedad. Si bien los perros callejeros y de refugio corren el mayor riesgo de infección parasitaria, los informes de varios países europeos indican que las infecciones intestinales parasitarias son comunes en los perros domésticos.
Ancylostoma caninum, Trichuris vulpis y Toxocara canis han sido las especies de nematodos más comúnmente identificadas en perros, y las infecciones con Giardia intestinalis, Cystoisospora spp. y las tenias son comunes. Por lo tanto, la comprensión del riesgo de infección por parásitos intestinales caninos, el diagnóstico de la infección y las medidas de control efectivas son consideraciones importantes desde la perspectiva de One Health.
En este contexto, un grupo de investigadores ha elaborado un estudio con el objetivo de estimar la prevalencia del parasitismo intestinal canino mediante la recolección de muestras fecales en ciudades de Europa Occidental.
Para llevar a cabo la investigación, se recolectaron muestras fecales frescas de 2.469 perros que visitaron 164 parques en 33 ciudades de 12 países, incluida España. Cada propietario respondió a un cuestionario centrado en la señalización de su perro y el historial reciente de tratamiento antihelmíntico. Las muestras recolectadas se examinaron en busca de anquilostomas, tricocéfalos, ascáridos y Giardia utilizando un inmunoensayo de diagnóstico de coproantígeno y mediante examen al microscopio.
Tras conocer los resultados, se detectaron nematodos o Giardia en al menos una muestra del 100 % de las ciudades y en el 93,3 % de los parques. Asimismo. se encontraron nematodos en el 57 % de los parques.
En general, el 22,8 % de los perros dieron positivo para un parásito intestinal, con Giardia siendo el parásito más comúnmente identificado (17,3 % de perros, 83,5 % de parques). Para la infección por nematodos, el 7,6 % de todos los perros dieron positivo, con el 9,9 % de los perros menores de 1 año infectados, el 7,7 % de los de 1 a 3 años, el 7,3 % de los de 4 a 6 años y el 6,6 % de los de más de 7 años. En España, el 93 % de los parques estudiados fue positivo a Giardia.
Entre los nematodos detectados, los ascáridos fueron los más prevalentes (3,6 % de perros y 28,7 % de parques), siendo más frecuentes en perros de menos de 1 año, pero también presentes en perros mayores, incluidos los mayores de 7 años. Se detectaron anquilostomas y tricocéfalos en el 3,2 % y el 2,3 % de los perros de todas las edades, respectivamente, y en el 37,2 % y el 17,7 % de los parques, respectivamente.
En relación a los países, se detectaron ascáridos en muestras del 70 % de los parques de los Países Bajos y de aproximadamente del 30 % al 40 % de los parques de Austria, Alemania, Irlanda, Italia, España y Suecia.
En cuanto al tratamiento antiparasitario llevado a cabo, en general, el 77,2 % de los propietarios informaron haber realizado tratamiento antihelmíntico previo, de los cuales al menos el 62,7 % no siguieron la frecuencia de tratamiento recomendada. Los perros que recibieron antihelmínticos en el mes anterior tuvieron un porcentaje más bajo de infección por nematodos que aquellos en los que había pasado menos de un 1 mes desde la dosis anterior.
Ante las estimaciones de prevalencia de las infecciones por parásitos intestinales en perros que se informan en el artículo publicado en Springer Nature, los autores destacan “la necesidad de educar a los propietarios sobre las pautas para las pruebas de detección de parásitos y los tratamientos regulares, incluso en perros mayores, ya que el incumplimiento de las pautas “puede resultar en la transmisión continua de estas infecciones, incluidas aquellas con potencial zoonótico”.