Científicos españoles trabajan en mejorar la producción del ganado ovino

Los sistemas de producción están avanzando hacia la reducción del uso de medicamentos, en particular de antimicrobianos, y esto requiere criar animales más sanos y resistentes. En este contexto, las estrategias para mejorar la resiliencia de los corderos en la producción ovina son esenciales, y la nutrición materna atrae un interés especial debido a sus efectos de programación en la descendencia que se extienden hasta la vida posnatal.

Una mejor nutrición de las madres durante la última etapa del embarazo y ciertos factores de manejo durante los primeros años de vida, podrían afectar las funciones fisiológicas de la madre y la descendencia (calostrogénesis, desarrollo fetal o maduración del sistema inmunológico del cordero) y potencialmente modular sus capacidades de respuesta al estrés.

En base a esta premisa, un equipo de científicos españoles ha estudiado el efecto de la suplementación con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 antes del parto sobre la composición y la calidad inmunológica del calostro de las ovejas, y si los cambios resultaron en alguna ventaja sobre la inmunización pasiva de los corderos y sobre su comportamiento fisiológico, conductual y fisiológico, y respuestas inflamatorias cuando se someten a un factor estresante posterior al destete para conferir resiliencia al estrés.

Los autores pudieron comprobar que la suplementación gestacional con nutrientes ricos en ácidos grasos esenciales fue eficaz para mejorar la calidad del calostro relacionada con moléculas biológicamente activas, como el ácido linoleico conjugado, que juega un papel en la regulación de la respuesta inmune.

La resiliencia al estrés se estudió evaluando la respuesta conductual de los corderos después de exponerlos a una combinación de factores estresantes y midiendo las concentraciones de cortisol en plasma y las respuestas inmunológicas a citocinas circulantes específicas. “Los corderos nacidos de madres suplementadas, y particularmente los machos, parecían estar mejor capacitados para enfrentar los desafíos hasta el momento inmediatamente posterior al destete. La respuesta reducida al estrés podría beneficiar su sistema inmunitario adaptativo y mejorar y regular la respuesta inmunitaria celular”, concluyen.