El pasado 28 de julio, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) anunciaba que se había aprobado en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo (Canis lupus) y su Convivencia con las Actividades del Medio Rural, tras varios borradores, (el primero en marzo de 2021) a los que Unión de Uniones ha hecho llegar sus aportaciones.
En primer lugar, Unión de Uniones destaca que esta estrategia no es de obligada aplicación, “la Estrategia conforme a lo dispuesto en el artículo 60 de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, se constituye como marco orientativo de los planes de recuperación y/o gestión de las comunidades autónomas, por lo que no se trata de un instrumento de carácter normativo, sino de un documento de orientaciones para la gestión que realicen las diferentes Administraciones en el ejercicio de sus competencias.”
En cuanto al contenido, la estrategia comienza con el marco legal de la especie y estudia el ámbito geográfico actual, del que se distingue un área de distribución actual y un área de distribución potencial, periférica a la anterior.
Tras este contexto inicial se definen los objetivos que son cuatro: asegurar la conservación favorable a largo plazo y favorecer su recuperación natural; potenciar la coexistencia de las explotaciones ganaderas con el lobo; aumentar el conocimiento; y promover actuaciones de mejora de la percepción social; divididos en 17 subobjetivos.
Así, para la consecución de los mismos, la estrategia propone distintas líneas prioritarias de actuación. La organización profesional agraria ha resumido las que afectan en mayor medida a la ganadería.
LÍNEAS PRIORITARIAS DE ACTUACIÓN SOBRE GANADERÍA
En términos generales, según indica Unión de Uniones, se recogen varias líneas de actuación dirigidas a la expansión geográfica del lobo, favoreciendo el establecimiento de manadas en áreas periféricas, expresamente el este y centro peninsular, en esta línea otra de las propuestas es “Favorecer la expansión del lobo en aquellas zonas con mayor presencia de ungulados silvestres y donde las prácticas ganaderas en extensivo se han reducido o desaparecido, reduciendo así los conflictos con ésta”.
También propone aumentar la disponibilidad de alimento mediante la incentivación del abandono de cadáveres de ganado en extensivo en zonas para la alimentación de necrófagas y valorar el fomento de la alimentación disuasoria para minimizar depredación sobre el ganado.
Respecto a la prevención de la hibridación con perros se propone en la estrategia estudiar implantar sistemas GPS en todos aquellos perros de carácter doméstico y de uso ganadero o cinegético, cuando no puedan estar controlados de manera continua y directa.
En cuanto a las medidas de prevención de daños en explotaciones ganaderas, se propone crear un registro nacional de expedientes de daños de lobo así como incentivar el desarrollo de investigación aplicada sobre técnicas de protección del ganado, la realización de evaluaciones individuales de las explotaciones con elevados daños, para la aplicación de las medidas de protección más adecuadas y el acompañamiento y asesoramiento a las explotaciones y seguimiento del uso de las medidas de protección del ganado para las explotaciones que lo soliciten, de manera no gravosa para los gestores de dichas explotaciones.
En cuanto a los perros pastores se considera promover el establecimiento de excepciones a la Ley 50/1999, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, para perros de guarda y de manejo del ganado, así subvenciones para la cría de mastines.
Otra de las líneas es aplicar las mejores técnicas disponibles para el análisis de los indicios y evidencias de los ataques de lobos y promover cursos de peritación de daños para agentes medioambientales y personal técnico de las diferentes comunidades autónomas.
Así como el fomento de la contratación de pastores profesionales que permanezcan con el ganado en aquellas zonas o épocas del año en las que podrían aumentar los daños (propuesta prácticamente inviable debido a la mínima rentabilidad con la que cuentan los ganaderos de ovino y caprino en extensivo, a juicio de Unión de Uniones).
Desde el punto de vista de los recursos para el apoyo a las explotaciones ganaderas, la estrategia recoge la consideración de medidas de financiación, entre las que considera la participación del MITECO para complementar las medidas contempladas por las CCAA
Asimismo, se menciona el empleo de los recursos financieros de la PAC, si bien este aspecto fue rechazado por el sector: la responsabilidad patrimonial del lobo no debe pagarse con dinero comunitario. Otras medidas contempladas son los seguros agrarios, contratos territoriales, creación de marcas de calidad… así como la aprobación de un Protocolo común de verificación de daños y aplicación de baremos de pago, consensuado con las organizaciones agrarias y aprobado por las Conferencias Sectoriales de Medio Ambiente y Agricultura.
Cabe destacar asimismo que, respecto a las indemnizaciones por ataque, se habla de establecer baremos orientativos generales, si bien no se hace referencia a qué considerará ese baremo. La propuesta de Unión de Uniones pasaba por garantizar que la indemnización se ajuste, de aquí en adelante, a lo que las numerosas sentencias judiciales dictaminan que ha de pagarse, muy comúnmente una cifra 4 veces superior a la recibida por parte de la Administración.
Además, respecto a la rapidez en el cobro de la indemnización, si bien esto ha sido reflejado en el discurso político, se elimina con respecto al borrador de la estrategia, la indicación de que se deben garantizar los intereses de demora, retrocediendo en el trato justo al ganadero afectado.
Finalmente, se considera un apartado de extracciones selectivas de individuos, en el que se propone el desarrollo de un protocolo coordinado de intervenciones y/o extracciones selectivas de individuos de lobo. Según el anexo dedicado a este punto, se deben evaluar soluciones satisfactorias previas, existencia y aplicación de alternativas a la extracción, evaluación del estado de conservación favorable de la población y del posible efecto de la extracción, umbrales de daños al ganado estimados como “perjuicios importantes” (que vayan más allá del normal riesgo comercial) y seguimiento de los efectos y cumplimiento de los condicionantes normativos, uso de medidas preventivas sin resultado, todo ello acompañado de informes administrativos, es decir plazos considerablemente largos, incoherente con Las intervenciones y/o extracciones excepcionales de los individuos se harán de la manera lo más inmediata posible tras las depredaciones o incidentes”.