Reino Unido reporta el primer caso de una persona que contrae Brucella canis

El aumento de esta zoonosis en perros ha elevado las alertas en países como Reino Unido, Francia o Países Bajos, como informamos hace unos días en Diario Veterinario.

Países Bajos también reportó recientemente el primer caso de una persona infectada de Brucella canis. Al parecer, contrajo la enfermedad tras la exposición continuada a perros infectados en su criadero. Ante dicho caso, las autoridades sanitarias indicaron que la propagación transfronteriza de brucelosis se producía “a través de la importación ilegal de perros infectados de países endémicos a países no endémicos de Europa”.

Ahora, un artículo publicado en Vet Record recoge un caso detectado en una mujer, convirtiéndose en la primera persona en el Reino Unido en contraer Brucella canis, lo que llevó a los veterinarios a solicitar la introducción de pruebas obligatorias previas a la importación de perros para detectar la enfermedad. 

Según explican, la mujer contrajo la enfermedad de un pastor alemán preñado importado de Bielorrusia, y se ha visto obligada a sacrificar a todos los perros de su familia luego de la transmisión de la infección entre perros. 

Aunque el riesgo zoonótico de B. canis se considera bajo, en febrero de 2021, el Grupo de Vigilancia de Riesgos e Infecciones en Animales Humanos de Reino Unido elaboró una revisión y declaración de riesgos sobre el riesgo que presenta la enfermedad a la población humana. 

En el informe, sugirieron que los importadores de perros deberían tener la opción de evaluar voluntariamente a los perros provenientes de países donde la enfermedad es endémica.  

Tras la noticia del caso, Ian Wright, veterinario y jefe del Consejo Científico Europeo de Parásitos de Animales de Compañía (ESCCAP) en el Reino Unido e Irlanda y director de directrices de ESCCAP Europa, sugirió que las pruebas deberían ser obligatorias para perros importados de países donde la enfermedad era endémica.  

“El riesgo zoonótico es bajo pero, como demuestra este caso, es muy real. Las pruebas deberían ser obligatorias para los perros importados al Reino Unido desde países endémicos, pero hasta que esto suceda, lo más importante que pueden hacer los veterinarios es recomendar las pruebas a los dueños de mascotas y organizaciones", comenta Wright.  

Los signos clínicos de B. canis incluyen infertilidad, aborto, endometritis, epididimitis y orquitis, y edema escrotal. Wright también destacó una amplia gama de afecciones no reproductivas que pueden ocurrir como resultado de la enfermedad, incluidas la uveítis crónica, la linfadenitis y el letargo.

SITUACIÓN EN ESPAÑA

En España, el año pasado, dentro del 5,4 % de muestras positivas que se detectaron en el estudio europeo de prevalencia de la brucelosis, el 11,7 % procedían de España. No obstante, Antonio Arenas, catedrático de la Universidad de Córdoba y vicepresidente de la Asociación de Epidemiología y Medicina Preventiva Veterinaria, sostiene que “no existen motivos de alarma”, aunque incide en la importancia de la prevención para evitar la propagación de enfermedades infecciosas como esta.

“Es difícil que esta enfermedad se dé en humanos, porque la brucelosis canina no se puede transmitir entre personas, el contagio siempre se da entre un perro y otro perro o entre un perro y una persona, aunque este último caso, como digo, es más raro”, explica el catedrático. “Lo importante, como en todas las zoonosis, es estar atento a los posibles casos y aislarlos enseguida para evitar su propagación”, advierte.

“Por ejemplo, si en una perrera hay una perra potencialmente infectada que va a dar a luz, es muy importante que, durante el parto, se encuentre totalmente aislada, porque todos los desechos del mismo, como la placenta, son altamente contaminantes, y si entran en contacto con otros animales, la enfermedad puede propagarse rápidamente”, concluye Arenas.