Ante los incendios que han asolado las inmediaciones de la sierra de la Culebra, con dos fuegos que han devorado una superficie de 60.000 hectáreas y que se han vuelto a reactivar a primera hora del lunes, el Consejo de Colegios de Veterinarios de Castilla y León reclama que se articule cuanto antes un protocolo de ayudas a las decenas de animales que han sobrevivido pero carecen de pastos y alimento.
En primer lugar, lamentan profundamente la pérdida de dos vidas humanas en estos fuegos que se han cebado con la provincia de Zamora: un brigadista que luchaba contra el incendio y un pastor que convivía con su rebaño durante las noches para protegerlo de los ataques del lobo y que dormía en el momento del incendio.
En segundo lugar, recuerdan que sendos fuegos han dejado a los animales supervivientes sin ningún tipo de alimento, ya que ha quemado pajares y alimento acumulado en los campos, dejando nada más que cenizas a su alrededor.
Luciano Díez, presidente del Consejo, recuerda que estos animales están sobreviviendo gracias a la ayuda organizada a través de una cuenta solidaria, así como la colaboración de los habitantes de la zona y administraciones locales, que está permitiendo comprar alimento y trasladarlo a los lugares donde se encuentran los animales.
Por este motivo, Díez reclama una “pronta reacción” de las administraciones provinciales y autonómicas para suplementar y sustituir esta solidaridad vecinal. “Es necesario procurar alimento, agua y en algunos casos protección para estos animales que son igual de importantes que los de otros incendios que se destacan incluso a nivel internacional, mientras que aquí nos estamos quemando casi en silencio”.
Díez ha apelado no obstante a que se mantenga la solidaridad ciudadana con las zonas afectadas para que los animales sigan comiendo mientras las administraciones reaccionan y encuentran soluciones.
PROTOCOLO PARA RESCATAR EN CATÁSTROFES A ANIMALES
Hace unos años, también a raiz de varios incendios que hubo en España, se echó en falta un protocolo para evacuar a los animales en situaciones de emergencia.
Esta falta de preparación derivó en que los veterinarios que acudieron a los incendios para auxiliar a los animales afectados fueran voluntarios que ellos mismos prepararon un botiquín de emergencias.
Un protocolo que también echó en falta la Comisión Europea en uno de sus informes. “El servicio veterinario no suele ser la autoridad principal ante catástrofes y los desafíos para los operadores y veterinarios son muy diferentes de los encontrados en un brote de una enfermedad animal grave o enfermedad transmitida por los alimentos”, advertían.
Asimismo, resaltaron que el 50 % de los servicios veterinarios de los Estados miembros respondieron no haber tenido acceso a entrenamientos o ejercicios dirigidos para el manejo de desastres naturales, “los servicios no tenían más pautas que las que utilizan para los planes de contingencia de enfermedades animales”.
Por su parte, el senador Carles Mulet, miembro de la ‘Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales’ (APDDA), también preguntó al Gobierno qué medidas se adoptan para rescatar y evacuar animales en cautividad, ante incendios, riadas, vendavales o cualquier otro siniestro natural o intencionado.
En su momento recordaba cómo un incendio ocasionado por un cortocircuito, en el zoo de Cabárceno (Cantabria), provocó la muerte de tres jirafas encerradas en una caseta. También advirtió que las catástrofes agravadas por el cambio climático hacen necesario la obligación de un protocolo de rescate y evacuación, en todos los zoológicos, centros privados y protectoras, para salvaguardar la seguridad de los seres vivos cautivos, ante situaciones extremas.