Los gatos domésticos (Felis catus) son carnívoros y depredadores y, al mismo tiempo, se encuentran entre los animales de compañía más populares. Se estima que aproximadamente 370 millones de gatos domésticos se mantienen como animales de compañía en todo el mundo.
En comparación con otros animales de compañía, como por ejemplo los perros, los otros grandes representantes de las mascotas, los gatos tienen un estatus especial en el sentido de que, con mayor frecuencia deambulan libremente sin la supervisión de sus dueños, lo que puede dar lugar a conflictos con otros vecinos, o problemas derivados de la depredación de la fauna local por parte de los felinos.
En este sentido, en varios países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda, existe un debate en curso sobre si se debe permitir que los gatos caminen libremente al aire libre.
PROS Y CONTRAS DE LA VIDA EN SEMILIBERTAD
Las preocupaciones sobre el impacto ecológico de los gatos en las poblaciones de vida silvestre y las especies nativas, la transmisión felina de enfermedades zoonóticas y las molestias que los gatos pueden causar a otras personas han dado lugar a varias iniciativas, que incluyen toques de queda nocturnos para evitar que los gatos puedan deambular a partir de ciertas horas, collares con cascabeles para que puedan ser oídos por sus potenciales presas y disminuir el porcentaje de éxito durante la caza, o zonas de protección libre de gatos, es decir, zonas alrededor de reservas naturales o áreas de conservación sensibles en las cuales no puedan estar los felinos.
Otro factor que respalda el confinamiento en interiores es la preocupación de que otros gatos, humanos, automóviles o depredadores, como perros salvajes, coyotes o lobos, puedan lesionar o matar a los gatos que estén en condiciones de semilibertad.
Por otro lado, existen argumentos para desaprobar el confinamiento de los gatos en interiores. Por ejemplo, que los gatos convivan exclusivamente en el interior del hogar, se ha asociado con un aumento de los trastornos del comportamiento y con problemas de salud como la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad del tracto urinario.
Ante esta situación, con el fin de arrojar luz sobre los patrones de comportamiento de los gatos en condiciones de semilibertad, un grupo de investigadores ha realizado una investigación utilizando datos de seguimiento GPS de los animales y un cuestionario para los propietarios.
Concretamente, los objetivos del estudio fueron medir y comparar el tiempo que los gatos de compañía pasan fuera de sus hogares; la distancia diaria recorrida con diferentes niveles de lluvia; y estimaciones del área de distribución en función del sexo, esterilización o no esterilización, la edad, la raza, el grado de acceso al aire libre, el acceso a los alimentos, el uso de la tierra (rural, suburbana, casa de campo, urbana o industrial), presencia cercana de vías transitadas y acceso a áreas naturales.
Se incluyeron en el estudio 97 gatos con edades que oscilaban entre 1 y 16 años. De estos, 49 eran machos (cuatro enteros y 45 castrados) y 48 eran hembras (tres enteras y 45 castradas).
MAYOR ACTIVIDAD SI EXISTE ACCESO A ÁREAS NATURALES
Tras la realización del estudio, los autores observaron que la media de tiempo que los gatos pasaron fuera de su hogar fue de 5 horas por día y la media de la distancia diaria recorrida fue de 2,4 km. Además, “los gatos mayores de siete años pasaban menos tiempo fuera de su hogar, eran menos activos y tenían un área de distribución más pequeña que los gatos menores de siete años”.
De manera similar, los gatos con acceso a áreas naturales eran “más activos y tenían áreas de distribución más grandes que aquellos sin dicho acceso”.
En cuanto al sexo, los gatos machos no castrados también tenían áreas de distribución más grandes, en comparación con sus respectivos esterilizados.
Sobre las razas, “los gatos domésticos de pelo corto eran menos activos que los de razas mixtas/desconocidas y puras”, comentan los autores. Finalmente, la lluvia influyó en la distancia recorrida por los gatos, ya que “en días sin lluvia los gatos recorrieron una media de 3,6 km, y en días de lluvia intensa se desplazaron 2,4 km en promedio”. “El resto de variables evaluadas no fueron significativas”, indican.
Aunque la mayoría de los gatos que participaron en el estudio pasaban la mayor parte del tiempo en casa y eran menos activos cuando llovía, “nuestros resultados indican que, en general, los gatos domésticos en semilibertad deambulan mucho”. Además, dado que estos felinos se sienten atraídos por las áreas naturales, “pueden representar un riesgo para las poblaciones vulnerables de roedores, murciélagos, otros pequeños mamíferos, aves y reptiles que viven en áreas naturales cercanas a los asentamientos humanos”.
Así, tras los hallazgos obtenidos, “los dueños de gatos al aire libre pueden optar por cercar sus propiedades para evitar que sus gatos se escapen, aunque en algunos casos esto puede no ser factible desde el punto de vista económico o práctico, y puede no ser óptimo para el bienestar de los gatos”.
Ante este escollo, los autores recomiendan a los propietarios buscar información sobre cuándo la fauna silvestre es especialmente vulnerable a la depredación de los gatos, ya sea en determinados momentos del día o en determinadas épocas del año, “y tratar de encerrar a sus gatos durante estos períodos”.