La fisioterapia veterinaria es una salida profesional más para los veterinarios que quieren dedicarse a la promoción, el mantenimiento y la mejora de la salud de los animales. En concreto, esta disciplina permite prevenir lesiones, reforzar y mantener la forma física de los animales, además de restaurar el movimiento tras una lesión y mejorar su bienestar.
Sin embargo, en algunos países de la Unión Europea, diversas asociaciones de veterinarios han alzado la voz para manifestarse en contra del intrusismo laboral patente en esta especialidad veterinaria. Un ejemplo reciente de ello lo ha protagonizado la Asociación Veterinaria de Italia, que, asesorada por su departamento legal, ha escrito a varios centros de fisioterapia y rehabilitación para perros con el fin de contrastar las denuncias realizadas por diversos veterinarios del país, que aseguran que estos lugares realizan actividades reservadas a profesionales titulados en Veterinaria.
Según explican, estas empresas, cuyos propietarios y operantes han sido acusados de intrusismo laboral, están ubicadas en el norte y en el centro de Italia. En ellas, entre otras cosas, se realizan, supuestamente, “técnicas de fisioterapia, mesoterapia con infiltraciones de colágeno y terapias con equipos específicos para tratar trastornos neurológicos, ortopédicos, articulares o musculares, sin la pertinente autorización sanitaria”.
Ante los reclamos y denuncias de varios veterinarios, han pedido aclaraciones sobre las capacitaciones de los profesionales que operan dentro de estos centros, que, a priori, “no parecen aptos para la prestación de servicios médicos veterinarios”. Además, esta asociación ha hecho hincapié en que las referidas prácticas aplicadas a los animales se enmarcan dentro de los actos exclusivos reservados a la profesión veterinaria, por lo que, “si el personal no contempla a los veterinarios, podría configurarse el delito de ejercicio abusivo de la profesión médico-veterinaria”, han subrayado.
Asimismo, han recordado que “la venta de equipos para fines médicos veterinarios está permitida sólo a los médicos veterinarios, según la Ley 175 sobre Normas de publicidad sanitaria y represión del ejercicio abusivo de las profesiones sanitarias, y que su uso con el fin de prestar servicios médicos veterinarios sólo se permite dentro de los establecimientos veterinarios autorizados por la Autoridad Sanitaria Local, tal y como recoge el Acuerdo del 26 de noviembre de 2003, que también fija que debe existir en el centro un director de salud identificado entre los inscritos en el Registro Profesional de Veterinarios”.
“La fisiatría en animales se enmarca dentro de la definición de acto médico veterinario y no puede permitirse que la ejerzan profesionales no cualificados”, han recalcado.
ESPAÑA TAMBIÉN LO SUFRE
En España, también existe un histórico conflicto de competencias entre fisioterapeutas de humana y fisioterapeutas veterinarios. Esta disputa ha acarreado numerosas protestas y reivindicaciones de los profesionales del sector, que continúan luchando contra los casos de intrusismo que sufre la Veterinaria por parte de los fisioterapeutas, tanto en équidos como en pequeños animales.
Los veterinarios defienden que las competencias profesionales entre ambos están muy definidas, ya que “los fisioterapeutas están habilitados para aplicar cuidados de recuperación y rehabilitación en las personas, mientras que los veterinarios son los encargados de prevenir, diagnosticar, tratar y cuidar las enfermedades de los animales”. Es por ello que “aplicar tratamientos de rehabilitación y fisioterapia en animales es competencia exclusiva de los veterinarios, y no del fisioterapeuta, ya que no tiene los conocimientos apropiados”, apuntan.
La Asociación Empresarial Malagueña de Veterinarios (CEVE Málaga) denunció en 2018 a una fisioterapeuta de nacionalidad belga que anunciaba a través de redes sociales su trabajo como profesional en el campo de la fisioterapia animal. En concreto, CEVE actuó después de que un asociado avisara sobre uno de los anuncios que la mujer había compartido a través de una red social, considerando que, “al no tener titulación específica para tratar a animales, la fisio estaría incurriendo en un delito de intrusismo”.
Con la denuncia interpuesta comenzó un periplo judicial, al que más tarde se unió el Colegio de Veterinarios de Málaga como parte acusadora, en un caso que señalan como “complejo, pero que supondrá el primer posicionamiento judicial entorno a quién puede ejercer estas labores en animales”. Con este juicio esperan que el Juzgado de Instrucción nº 3 de Málaga, encargado de llevar el caso, despeje a nivel legal la incógnita sobre qué profesional puede atender algunas necesidades concretas como es la fisioterapia en perros y animales en general.