La aparición de enfermedades zoonóticas es un problema urgente de salud mundial y de seguridad internacional. La transmisión de enfermedades zoonóticas está asociada con interacciones entre humanos y animales, incluido el consumo de alimentos de origen silvestre. Es decir, la aparición de enfermedades zoonóticas se asocia con un aumento de las interacciones entre humanos y vida silvestre, a menudo junto con hábitats de vida silvestre perturbados y degradados.
Los brotes y las pandemias han sido el resultado de la propagación de patógenos de animales a humanos, incluidos el SARS-CoV-2, el virus del Ébola, el virus Nipah, el SARS-CoV, el MERS-CoV y las influenzas aviar y porcina. Estas recientes apariciones de nuevos patógenos humanos-animales a menudo se asocian con un reservorio de vida silvestre, así como con las interacciones entre la vida silvestre y los animales domésticos. El coste de reducir las epidemias y pandemias de enfermedades es considerable, ya que impactan no solo en el sector de la salud, sino también en todos los demás sectores de la sociedad, afectando los medios de vida y la seguridad alimentaria, el comercio, los viajes y la hospitalidad, la educación, la seguridad nacional e internacional y las economías nacionales enteras, especialmente en los países pobres. Estas secuelas se confirmaron con el estallido de la pandemia del SARS-CoV-2, que ha sido social y económicamente devastadora.
Por ello, la Asociación Veterinaria Mundial (WVA, por sus siglas en inglés) aboga por gestionar adecuadamente la invasión del hábitat de vida silvestre y el comercio de vida silvestre. “Como defensores de la salud pública y custodios de la salud y el bienestar de los animales, los veterinarios deben abogar por el establecimiento de controles viables sobre la comercialización de vida silvestre a través de una mayor conciencia pública y la promoción de la gestión sostenible de la biodiversidad y la aplicación de acuerdos, leyes y reglamentos”, explican. En este sentido, alientan a los veterinarios a participar en redes multisectoriales y multidisciplinarias de One Health y a apoyar la iniciativa mundial sobre “Prevención de la Próxima Pandemia”.
Además, instan a los gobiernos y a toda la sociedad a colaborar en la introducción de reformas que aborden las actividades humanas perjudiciales. “La WVA fomenta la prevención de actividades delictivas que impulsan las redes de tráfico de vida silvestre y la reforma de los mercados que permiten el comercio ilegal de animales vivos. Se deben reconocer y atender otros impulsores subyacentes de los comportamientos humanos perjudiciales que la profesión veterinaria puede abordar, como la inseguridad alimentaria. La WVA pide una mayor financiación para la investigación transdisciplinaria para cerrar las brechas de información. Las iniciativas y enfoques novedosos, como la educación temprana sobre los conceptos de One Health y el desarrollo de herramientas operativas de One Health, deben ser apoyados por profesionales e instituciones veterinarias”, inciden.