En las últimas décadas, las clínicas veterinarias han experimentado un importante desarrollo técnico. En la actualidad, el trabajo del veterinario no se concibe sin la ayuda de unos auxiliares preparados y especializados. En este contexto, surge la necesidad de acreditar de forma oficial la competencia profesional de varios miles de trabajadores que desempeñan este trabajo en los centros veterinarios.
Sin embargo, en España todavía no se otorgan títulos oficiales de auxiliar clínico de veterinaria (ACV). “Esta carencia de titulación oficial es un problema para los propietarios de las clínicas veterinarias, puesto que los cursos actuales no sirven para demostrar de manera oficial las competencias profesionales de los auxiliares, y eso es algo que puede dificultar los procesos de reclutamiento de personal o reducir la productividad de los equipos al carecer una parte de los empleados de la formación adecuada en una competencia específica”, explica Delia Saleno, presidenta de la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), una de las entidades que lidera la lucha por la regulación de la figura del ACV, donde también participan otras organizaciones y sindicatos, como Comisiones Obreras.
“No obstante, a pesar de la carencia todavía de una titulación oficial (cuya aprobación está en proceso desde 2018), existe una posibilidad para que los auxiliares veterinarios puedan conseguir el mismo certificado de profesionalidad que otorga dicho título: se trata de las acreditaciones por experiencia laboral”, subraya la doctora Saleno. Esto es debido a que el Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional integra en un solo sistema la formación profesional, las cualificaciones profesionales y las acreditaciones por formación o por experiencia laboral.
Concretamente, la cualificación profesional de “Asistencia a la atención clínica en centros veterinarios” está reconocida en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (CNCP) desde hace varios años, bajo el código AGA 488_3. “En consecuencia, es factible desarrollar un procedimiento oficial de reconocimiento de las competencias profesionales por experiencia laboral que conduce a la obtención de certificación parcial de cada unidad de competencia”, señala la presidenta de CEVE.
Para ello, se debe tener en cuenta, en primer lugar, que los procedimientos para llevar a cabo esta acreditación son competencia de las comunidades autónomas. “Este año la única comunidad autónoma que ha sacado una convocatoria de acreditación es Baleares, y no tenemos constancia de que vaya a haber convocatoria en ninguna otra comunidad autónoma”, revela la doctora Saleno. “Aunque, si la administración percibe que hay una necesidad de repetir este procedimiento en otros lugares de España, habilitará otras convocatorias, seguramente en aquellos lugares desde donde se hayan recibido más solicitudes para acreditación”, advierte.
“Hay que recordar que cualquier auxiliar veterinario de España puede presentar su admisión al proceso de acreditación de Baleares, aunque no esté empadronado en esta comunidad”, precisa Saleno, antes de recalcar que las acreditaciones tienen validez “en todo el territorio nacional”, no solo en el interior de la comunidad autónoma donde se expidan.
PROCESO DE ACREDITACIÓN
La acreditación de la cualificación profesional se produce mediante la acreditación parcial de todas y cada una de las unidades de competencia. Cada acreditación parcial contribuye a completar la formación que posibilitará la obtención del correspondiente título de certificado de profesionalidad cuando este esté en vigor. El procedimiento de acreditación se divide en tres fases sucesivas:admisión, asesoramiento y evaluación.
Cada una de las fases requiere de una inscripción previa y, para cada una de estas inscripciones, es necesario presentar la solicitud y el justificante de pago correspondientes. En la fase de admisión deben justificarse mínimo 2.000 horas de trabajo (3 años) en los 15 años anteriores a la fecha de la convocatoria. “Aunque no se puedan acreditar 2.000 horas de experiencia laboral, también es posible solicitar la admisión en el procedimiento si se puede justificar la realización de 300 horas de formación no formal relacionada con las unidades de competencia”, específica la presidenta de CEVE.
En la fase de asesoramiento, se debe presentar un dossier con toda la documentación relativa al historial profesional y formativo relacionado con las unidades de competencia que se quieren acreditar. “El papel de las empresas es fundamental en la redacción del certificado de empresa que debe incluir todas las tareas que el auxiliar ha desarrollado en su puesto de trabajo en el centro veterinario”. Durante la fase de evaluación, “la empresa también tiene un papel muy relevante, porque, normalmente, el evaluador solicita acudir a la clínica para observar al auxiliar en el desempeño de su actividad”, concluye.