Un trabajo conjunto de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH), analiza la posible presencia de huevos de Toxocara spp, uno de los geohelmintos zoonóticos más comunes del mundo, en muestras de heces y en el suelo de 14 parques públicos de la ciudad de Valencia.
Los resultados de la investigación reportan la presencia de huevos en los parques sanitarios caninos y en las áreas de socialización de perros, pero no en los parques infantiles. Estos resultados sugieren que "la mayoría de las mascotas en Valencia son desparasitadas periódicamente, aunque se deben aplicar medidas preventivas adicionales, ya que el riesgo de infección existe probablemente por la presencia de perros callejeros y gatos asilvestrados", apuntan los investigadores.
Toxocara spp. es uno de los geohelmintos zoonóticos más comunes en el mundo. Sus infecciones se asocian a la ingestión accidental de suelo contaminado y afectan, sobre todo, a los niños. Para llevar a cabo el estudio, utilizaron el método Telemann y una versión modificada de una técnica de tamizado para procesar heces y suelo, respectivamente.
Ninguna de las muestras de heces y el 10,9 % de las muestras de suelo de cinco parques dieron positivo a la presencia de huevos de Toxocara. Las áreas más contaminadas fueron los parques sanitarios caninos (30,8 % de las muestras), seguidas de las áreas de socialización de perros (9,7 %); sin embargo, no se encontraron muestras positivas en los parques infantiles.
Estos resultados demuestran que los ascáridos presentes en perros y gatos representan un riesgo de zoonosis, al estar presentes en los suelos de los parques. Como ya se sabe, la infección puede hacerse efectiva no solo por el contacto directo con la arena, sino también por la transferencia de los huevos a las casas de las personas adheridos a los pies y a los zapatos.
Por tanto, los expertos sugieren un control más exhaustivo de la contaminación por geohelmintos en los espacios públicos, así como una mejora de las medidas preventivas. Algunas de las medidas recomendadas para disminuir la amenaza de la toxocariasis en los niños, quienes corren mayor riesgo, pueden incluir la eliminación o reducción de infecciones intestinales en huéspedes definitivos mediante tratamientos antihelmínticos regulares y pruebas fecales.